lunes, 30 de marzo de 2009

Por la tensión cambiaria ratifican que habrá dólar administrado tras elecciones. Los inversores no ven otro default argentino


"Ratificamos la política de flotación administrada, de amortiguar los procesos de apreciación y depreciación. Es la más adecuada para este momento. Más allá del calendario electoral, va a tener continuidad antes y después". Así lo señaló en Medellín el presidente del Banco Central, Martín Redrado ante casi un centenar de inversores reunidos a puertas cerradas por el JP Morgan en un seminario paralelo a la asamblea anual del BID.
La duda era común entre todos los presentes: frente a los rumores de una devaluación o fuerte corrección del tipo de cambio después del 28 de junio, Redrado intentó despejar el horizonte y aseguró que la cotización de la divisa norteamericana dependerá de la evolución del dólar en el mundo, de la paridad del euro, del real, de las materias primas y de los índices locales de precios y salarios.
Pese a los persistentes reclamos de la industria por un tipo de cambio más alto, el titular del BCRA indicó que "no hay ninguna señal de atraso cambiario ni necesidad de alterar la política, además teniendo en cuenta la sensibilidad de los argentinos con el tipo de cambio".
Fuentes del Banco Central dijeron que el nivel de depósitos no había variado en marzo y reconocieron que la demanda de dólares tuvo un pico la primera semana del mes, pero que en los últimos días se había reducido en un tercio respecto de ese nivel. La explicación para esa tensión cambiaria, según las fuentes consultadas, se debe a que en marzo no suele haber oferta de dólares porque no es tiempo de cosecha agrícola, pero esa situación suele revertirse en el segundo trimestre del año, cosa que ocurrió también en 2008, pese a los paros del campo.
Los medios especializados creen que el test para la puja entre el peso y el dólar se producirá en los próximos días, con menos oferta natural en el mercado por la falta estacional de liquidaciones de cambio y una demanda firme sobre todo a nivel público en casas de cambio.
En el seminario del JP Morgan los analistas presentes opinaron que toda la región sufrirá por la crisis mundial, que la Argentina no crecerá sino que su PBI caerá 3% este año y que por esa razón probablemente tendrá déficit de caja. Sin embargo, pese a ese pronóstico desfavorable, no creen que el país vuelva a caer en default: opinaron que antes de eso, se utilizarán las reservas del BCRA y los dólares que el sector público mantiene en el Banco Nación.

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