jueves, 26 de marzo de 2009

En medio de la recesión mundial, ¿puede crecer la Argentina?

El Producto Bruto se expandió 0,3% en enero frente al mes anterior y 2,3% respecto de enero de 2008. Estos son los datos que arroja el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) difundido ayer. El número muestra crecimiento, pero es un quinto del que registraba la economía argentina hace un año.
Lo que llama la atención es que en medio de la mayor depresión económica mundial de los últimos 70 años, la Argentina sea una de las contadas excepciones a la regla, sino la única. Las principales consultoras privadas del país aseguran que el país entró en recesión hace cinco meses, en noviembre pasado, y desde el exterior tanto la OCDE como el FMI sostienen que la economía mundial caerá este año alrededor de 3% y que América latina no será la excepción.
¿Cómo es que ocurre esta discrepancia? Para llegar al número de enero el Gobierno volvió a estimar el dato de crecimiento del mes anterior. Esto es común con el EMAE porque entra información tardía. Pero no en la proporción que se aplicó ahora: el dato original de crecimiento en diciembre era de 7,4% interanual pero se lo revisó a 4,6%. Lo de menos en diciembre, pasó a ser más en enero.
Los economistas privados manejan números diferentes. El Indice General de Actividad (IGA) que elabora Orlando Ferreres arrojó en enero una caída del 3% anual. Y el índice de actividad industrial de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) cayó 11% interanual en el mismo periodo.
Entre las consultoras que anticipan para este año una caída del PBI de entre 1% y 4% se encuentran –además de Ferreres y FIEL– entidades de afinidades tan disímiles como Broda, Econométrica, RSH Macroeconómica, Javier González Fraga, Federico Muñoz & Asociados, Ecolatina y Gabriel Rubinstein & Asociados.
El recorte al crecimiento de diciembre redujo el alza final del PBI de 2008 y con ella también bajó el ajuste de los bonos que están atados al PBI. El llamado“Cupón PBI es un cupón de la deuda pública que se debe pagar todos los años, en diciembre, en función del exceso de crecimiento por encima de 3%.
El pago del cupón PBI (que surgió tras el canje de deuda de 2005) es el segundo mayor vencimiento anual que enfrenta la administración de Cristina Fernández de Kirchner. El año pasado se pagaron u$s 1.300 millones por este concepto.
La desaceleración de la economía argentina comenzó a hacerse evidente a mediados del año pasado a partir del primer conflicto entre el Gobierno y el campo. Luego, las turbulencias financieras internacionales desataron una fuga de capitales que se acrecentó tras la decisión de estatizar las AFJP y la declarada crisis mundial. En paralelo, el enfriamiento de la demanda global que generó el pánico internacional terminó por hacer desplomar el precio de los commodities, entre ellos el principal producto de exportación del país: la soja.

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