Pese a la fuerte caída de 3,6% en el PBI brasileño en el cuarto trimestre del año pasado, el ministro de Hacienda, Guido Mantega reveló que “en el primer trimestre hubo señales de recuperación” y que el país terminará el 2009 con crecimiento del Producto, aunque por debajo del 4% previsto originalmente. La noticia importa porque un retroceso podría disparar medidas proteccionistas o paraarancelarias que afectarían a las exportaciones argentinas.
La crisis mundial golpeó de lleno a la economía brasileña en el cuarto trimestre del año pasado, en el cual su Producto Interior Bruto cayó el 3,6% en comparación con el tercer trimestre, según datos oficiales divulgados ayer. La caída del PBI entre octubre y diciembre de 2008 fue la mayor para un trimestre desde que comenzó la serie actual, en 1996, según el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Respecto al mismo periodo del año previo (2007), la economía se expandió 1,3%, mucho menos que el 6,8 % del tercer trimestre en la comparación interanual, reflejando de lleno el impacto de la crisis global en el gigante sudamericano.
La desaceleración en el último tramo no impidió que Brasil consiguiera en el 2008 un crecimiento de 5,1%, pero causó preocupación entre empresarios y economistas, por temor a los efectos negativos de la crisis en los negocios. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva pidió a sus ministros redoblar los esfuerzos para acelerar los resultados de las medidas ya adoptadas para hacer frente a la crisis.
Mantega intentó llevar tranquilidad: “todo indica hasta ahora que no habrá recesión técnica”.
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