En poco más de dos semanas comenzarán a verse los resultados del blanqueo y regularización impositiva que propone el Gobierno Nacional junto a la posibilidad de repatriar capitales.
Las autoridades de la AFIP dejaron trascender que por estas medidas esperan recaudar unos 3.000 millones de pesos.
Se descuenta que el blanqueo será exitoso. Es una medida que venían pidiendo las pymes que, ante la falta de crédito,se financiaron en los últimos años con recursos propios y ahora se les abre una ventana para estar al día.
Lo que no está muy claro es el resultado de la repatriación de capitales.
El titular de la AFIP, Ricardo Etchegaray apuesta a que el inversor argentino que tenía plata afuera, perdió con la crisis y se salvó de un fraude, hoy pueda elegir entre Madoff o ladrillos en Argentina.
Algunos quizá vean la disyuntiva como saltar de la sartén al fuego.
De los 150 mil millones de dólares que tenían los argentinos en el exterior, hoy deben quedar menos de 100 mil millones por las fuertes pérdidas de capitalización en los mercados extranjeros. ¿Cuántos de los que lograron esquivar a un Madoff estarán dispuestos a repatriar el resto o parte?
La gran pregunta es ¿para qué? Los capitales vuelven cuando hay seguridad jurídica y clima de negocios. Confianza. Si hay dudas en este sentido, hay quienes pueden sospechar que el perdón generalizado y la posibilidad de exteriorización a un costo del 1% esté diseñado a medida.
De lo contrario no se entiende cómo el Gobierno se expone a que le midan la confianza en un papel de tornasol, en un año electoral que no parece sencillo para el oficialismo.
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