La caída de las acciones de los principales bancos norteamericanos parece no tener fin. Ayer el principal índice accionario del sector financiero cayó a su nivel más bajo de los últimos 14 años en medio de los cada vez más fuertes rumores respecto de que la única salida a la crisis sería la nacionalización de las entidades, como pronosticó el gurú financiero Nouriel Roubini en enero.
Concretamente, los papeles del BofA, el mayor banco estadounidense por activos, cayeron por quinto día consecutivo, perdiendo más de 14% hasta u$s 3,93, su valor más bajo en 24 años. Por su parte, Citigroup perdió 13,7%, hasta u$s 2,51, el mínimo de los últimos 17 años.
Cuando se habla de nacionalización se escuchan los nombres de Citigroup y Bank of America y como no hay información oficial de parte del Gobierno los mercados están a la deriva.
Esos dos bancos ya recibieron u$s 45.000 millones cada uno como partes de un programa estatal para evitar su quiebra. Pero los rumores sobre las dos entidades no fueron la única mala noticia del sector financiero. Ayer, la agencia Fitch Ratings bajó la calificación de la deuda de corto plazo de la aseguradora Prudential, con lo que dejó a la compañía sin posibilidades de entrar en el plan de compra de activos tóxicos que elaboró el gobierno de EE.UU. Tras conocerse la noticia, las acciones de Prudential se desplomaron cerca de un 15%. En este contexto, el SP 500 Financials Index retrocedió 5,2%, hasta su nivel más bajo desde enero de 1995.
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