domingo, 22 de agosto de 2010

Aumenta el riesgo global y todos compran dólares


La aversión al riesgo se apoderó nuevamente de los mercados y el dólar se fortaleció frente a las principales monedas. Al respecto, Joe Nogués nos decía el viernes, desde New York, que por eso “el dólar y el yen podrían extender su corriente alcista la semana próxima, a medida que los temores a una desaceleración de la economía global aumentan el atractivo de las monedas consideradas como un refugio seguro”.
Los analistas creen que la economía en Estados Unidos podría sufrir una nueva recesión y con los mercados atentos al influyente dato sobre el crecimiento estadounidense del próximo viernes, es probable que los inversionistas no quieran correr más riesgos.
A partir de julio los especuladores en monedas comenzaron a reducir sus apuestas cortas contra del dólar, al principio lentamente pero en la última semana con inusitada rapidez, después de haber mantenido posiciones vendidas en la divisa estadounidense durante gran parte del primer semestre del año. Así, a partir del miércoles pasado el euro volvió a teñirse de rojo en sus principales cruces, cuando revivió la desconfianza en la estabilidad económica de la eurozona. El tropezón en la emisión de deuda de Portugal ayudaba en ese sentido, resucitando las sospechas sobre el bienestar de la Unión Europea. Por otra parte, si bien Alemania podía colocar sus bonos a diez años, la demanda disminuyó y tuvo que pagar más de lo esperado.
Esas malas noticias obligaron al Banco Central Europeo (BCE) a anunciar que en lo que queda de año apoyará a los bancos comerciales suministrándoles la liquidez que necesiten y no empezará a plantearse una estrategia de salida a las medidas aplicadas en la crisis hasta el primer trimestre de 2011. Mientras, la economía americana viene mostrando datos muy débiles desde hace ya varias semanas, siendo el desempleo uno de los principales escollos. Al respecto, los pedidos de subsidio volvieron a aumentar en la última más de lo previsto.El escenario, entonces, hizo resurgir una fuerte aversión al riesgo y en la última de las jornadas el dólar se convertía nuevamente en la moneda más beneficiada, por ser considerada refugio seguro, y tocaba máximos de un mes frente a una canasta de seis monedas referenciales, cotizando frente al euro en 1,2664. Sin embargo, respecto a la divisa nipona permanecía sobre los 85 yenes, debido a la especulación de que las autoridades japonesas podrían tomar medidas para detener la apreciación de su moneda. Esta semana los inversionistas seguirán de cerca el informe alemán sobre la confianza de los consumidores en el motor económico de la eurozona y, al mismo tiempo, vigilarán la rentabilidad de los bonos de los países de la periferia del bloque. (Informe de José Alfredo Nogueira)

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