miércoles, 31 de marzo de 2010

El problema ya no es la plata, (créase o no)


El tema financiamiento ya no es un problema para el Gobierno. Camaristas de dos salas anularon ayer los amparos que frenaban el uso de las reservas del Banco Central y Cristina Fernández de Kirchner (foto) efectuará el lunes el primer pago con esos fondos. Además de las reservas, el Tesoro cuenta con 33 mil millones de pesos del BCRA por utilidades y adelantos que puede girar al Ejecutivo sin necesidad de pasar por el Congreso ni modificar de Carta Orgánica.
El Gobierno enfrenta ahora otro problema, y mientras se empecine en aceptarlo, se irá agravando con el correr de los meses: la inflación, que ayer el ministro Amado Boudou volvió a negar en su visita de 5 horas al Senado para explicar la conveniencia del uso de las reservas para pagar deuda y defender a ultranza el modelo K.
Lo que todos ocultan es que si pueden usar reservas para pagar deuda, automáticamente liberan del Presupuesto las partidas que ya fueron aprobadas con ese fin. Aplicando la vieja regla de tres simple: las reservas se usarán para pagar gastos corrientes.
Como el Gobierno se resiste a moderar la expansión del gasto (crece al 37% anual) por cuestiones políticas, el resultado será más inflación. El grueso del aumento del gasto va a subsidios, planes asistenciales a indigentes y obra pública, fundamentalmente en el conurbano bonaerense, que es donde NK apunta los recursos con el propósito de recuperar el casi millón de votos que perdió con Francisco De Narváez en junio pasado.
Se trata de una estrategia riesgosa, casi extrema, porque hay consultores privados como Buenos Aires City que ya proyectan una inflación de 33,5% para 2010. Sintagma había proyectado 30% en enero, pero la dinámica de los precios y las expectativas de los agentes económicos, que anticipan compras para proteger el valor de sus ingresos, está exacerbando las mediciones. La consultora que conduce la ex jefa del INDEC, Graciela Bevacqua, estimó que en marzo el precio de los alimentos subió 5%.
Para una sociedad con memoria inflacionaria como la argentina que ya pasó dos híper, no es un tema para descuidar alegremente. Créase o no (puede ser otra señal).

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