La decisión de Standard & Poor´s de bajar la calificación de la deuda estadounidense de AAA a AA+ se conoció el viernes tras el cierre de los mercados y de esta forma se abrió un paréntesis para que los ministros de Economía y Finanzas y los presidentes de los bancos centrales de los países del G7 y del G20 reaccionaran durante el fin de semana y adoptaran decisiones para evitar que la reapertura de los mercados resulte en una catástrofe similar a la ocurrida en 2008 tras la caída de Lehman Brothers.
El Consejo directivo del BCE anunció el domingo que implementará activamente el programa de recompra de bonos de los países de la eurozona con dificultades para refinanciar sus obligaciones. La medida tiende a suplir la reticencia del mercado a tomar deuda de países como Grecia, España, Italia, Portugal e Irlanda.
El BCE instó además a los gobiernos de Roma y Madrid a implementar cuanto antes las medidas de reforma estructural y de ajuste fiscal para restaurar la competitividad de ambas naciones, a la vez que logró el compromiso de Francia y Alemania para para activar la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (FEEF) en el mercado secundario y evitar así la propagación de la crisis.
La FEEF, que está dotada sólo de 440.000 millones de euros, insuficientes para rescatar países del tamaño de España o Italia, podrá comprar deuda en el mercado primario y secundario una vez que el consejo de la Unión Europea (UE) modifique el acuerdo marco, lo que podría suceder antes de fin de septiembre.
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