“La situación financiera internacional ingresó en una etapa de alta complejidad”, señala el Informe de Agosto del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), “en la cual un error de timing político en las economías desarrolladas puede derivar en un agravamiento de imprevisibles consecuencias, de las cuales el mundo emergente no estará exento”.
El Informe continúa señalando que el recrudecimiento de las crisis, en tanto suponga un aumento en la aversión al riesgo y una desaceleración de la economía y del comercio mundiales “puede afectar negativamente a las economías emergentes, incluyendo América Latina, y ello se traducirá en menores tasas de crecimiento, en el mejor de los casos, y en un marco de reacomodamiento de portafolios y bajas en los precios de los commodities, que reducirán sus exportaciones y su capacidad de compra externa. Las economías de la región están en condiciones de enfrentar la situación, aunque tienen menos margen que en 2008 para las políticas fiscales expansivas”.
El Informe señala que la Argentina enfrenta un período de postergación de decisiones significativas por parte de los agentes económicos y de preferencia por la liquidez, que se manifiesta en las presiones observadas en el mercado de cambios. Añade que este proceso, que ha ocurrido en el pasado en períodos preelectorales, se ve exacerbado en esta contingencia por la coyuntura internacional.
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