Finalmente el Gobierno cumplió, aunque a medias, con lo pactado con la CGT, y anunció ayer una suba de 20% en el mínimo no imponible para pagar el impuesto a las Ganancias. La medida beneficia a 1,2 millones de trabajadores en relación de dependencia y autónomos que actualmente abonan este tributo y que a partir de este mes (con el sueldo que se cobra en agosto) dejarán de hacerlo o verán reducida su carga.
La cifra no conformó a los gremialistas, que esperaban una suba mayor, lo cual junto a lo insólito de la fecha de entrada en vigencia (a mediados de año, y no desde enero pasado) anticipa la posibilidad de una corrección en la medida. Ganancias es un impuesto anual y técnicamente no es posible que una modificación así comience a regir desde mediados de año. Para eso haría falta una ley que modifique el tributo, por lo cual debería pasar por el Congreso.
Por ahora, desde el Gobierno ratifican que la medida no será retroactiva y que el lunes se publicarán las dos resoluciones (2866 y 2867) correspondientes.
Pero desde el Presupuesto 2010, el Gobierno no tiene delegación legislativa para modificar impuestos, con lo cual este cambio debe ser tratado por el Congreso.
La medida tendrá un costo fiscal anual de $ 3.184 millones, si es que alcanza a 1,2 millones de personas, aunque podría duplicarse si se hace retroactiva desde enero.
A partir de ahora un trabajador soltero quedará exento del pago de Ganancias si su sueldo es inferior a $ 4.818. En el caso de un empleado casado y con dos hijos, el mínimo para tributar se elevó $ 6.662,80.
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