El euro completó el viernes tres jornadas seguidas de suba frente al dólar, superando los 1,26 dólares por primera vez desde mediados de mayo. La escalada fue motivada por las débiles cifras del mercado laboral en los Estados Unidos, aunque la tasa de desempleo bajó dos décimas en junio y se situó en el 9,5%, la más baja desde julio de 2009. Pero aunque el sector privado añadió en junio unos 83.000 empleos nuevos, la economía estadounidense tuvo una pérdida neta de 125.000 puestos de trabajo, la primera en lo que va del año. La moneda única se vio muy perjudicada el pasado mes por la crisis de la deuda europea, pero ahora los mercados se concentran de nuevo en la particular situación de la primera potencia del mundo, cuya recuperación económica parecería haberse estancado. Algunos operadores consideraron que el euro podría apreciarse hasta 1,30 dólares en las próximas semanas.
La mejor noticia de la semana pasada fue para el euro, que así pudo salir del reciente fuerte derrumbe que lo llevó a marcar mínimos en la figura de 1,19. Y, sin dudas, aquella fue la que dio cuenta de que los bancos europeos habían devuelto al BCE los 442.000 millones de euros que les prestó hace un año y apenas 78 entidades fueron las que recurrieron nuevamente al banco central para pedir dinero a seis días.
Además, el Tesoro español vendió el jueves 3.500 millones de euros de un bono a cinco años, lo que disipa los temores aparecidos tras la advertencia de la agencia Moody's del miércoles y demuestra que el país sigue siendo capaz de financiarse por sí mismo en el mercado. En otra subasta, Francia vendió algo menos del máximo de 7.500 millones de euros previsto en los tres tipos de bonos OAT a largo plazo. Por su parte, Irlanda dejó atrás oficialmente la recesión, debido a que su PIB creció 2,7% durante el primer trimestre, frente a la caída de 0,7% de un año antes, beneficiado por las exportaciones. Consecuentemente, el euro reinició su recuperación frente al dólar, en parte porque se redujeron algunas de las incertidumbres que pesaban sobre la eurozona y también porque la economía estadounidense no termina de dar nuevos síntomas de recuperación. Así la moneda única marcó el viernes su máximo de 1,2607 dólares, subiendo 2,5% en 24 horas. Al finalizar Junio, el euro cayó 14,4% frente al dólar, 18,3% contra el yen y 10,7% frente al franco suizo. Mientras tanto, la economía estadounidense sigue preocupando por los malos datos conocidos durante la semana, como lo fue la inesperada baja de la confianza del consumidor, las inquietantes cifras sobre el empleo, el desplome de las ventas de viviendas usadas y la desaceleración de la actividad fabril. El euro terminó el viernes cotizando a 1,2565 dólares. (J.A.N.)
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