Los representantes del Estado en las principales empresas del país están oponiéndose a la distribución de utilidades de esas compañías. Algo inexplicable, si se tiene en cuenta que por las acciones en poder de la ANSES el Gobierno es socio de la cuarta parte de esas empresas, y debería estar a favor de distribuir la mayor cantidad posible: le correspondería el equivalente a unos 10 mil millones de dólares por esa participación, con lo que tendría resuelto el financiamiento del año.
Por el contrario, en las asambleas de Telecom y de Siderar, según revela Pablo Wende en una nota de Ambito Financiero, los directores por el Estado se opusieron a una distribución de 50% de las utilidades.
Estos son los puntos salientes de la nota de Wende:
• En Siderar, Axel Kicillof (foto) fue quien explicitó la postura oficial: “No avalaremos -dijo- la distribución de dividendos de ninguna empresa en la que tengamos presencia en el directorio». La presidente Cristina de Kirchner dijo en varias oportunidades que éste debía ser «el año de la reinversión de utilidades».
Según recuerda Carlos Arbía en "El Cronista", Kicillof es quien controla desde su Secretaría de Política Económica a todos los directores del Estado en las empresas privadas.
• Si prospera la postura de los representantes de la ANSES, la mayoría de las empresas que cotizan en Bolsa no podrían distribuir entre sus accionistas las ganancias obtenidas en 2011.
• El objetivo sería el de reducir todo lo posible la demanda de dólares para girar al exterior. El año pasado, la distribución de utilidades sumó u$s 4.500 millones, un monto que representó en 2011 poco más del 20% de la dolarización de portafolios.
• La presión para que las empresas se abstengan de distribuir sus utilidades afectaría no sólo a los principales controlantes sino también a los accionistas que tienen papeles de estas compañías tanto en la Argentina como en el exterior.
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