martes, 7 de febrero de 2012
EE.UU. sorprende con buenos datos de empleo
La economía de los Estados Unidos creó 243.000 empleos en enero, mucho más de lo esperado, mientras que la tasa de desempleo cayó al 8,3%, un mínimo desde febrero del 2009, según cifras oficiales conocidas el viernes pasado y que sugieren que la recuperación económica de la primera potencia del mundo se consolida. Tras concluir una semana de buenas noticias, el presidente de la Fed, Ben Bernanke (foto), alertó desde el Congreso que el país aún es vulnerable a la recesión europea y por eso garantizó que el banco central hará todo lo que tenga a su alcance para evitar cualquier posible contagio a la economía doméstica, abriendo así la puerta una vez más a nuevos estímulos. No obstante, Bernanke mostró un tono más optimista al afirmar que hay señales de que la incertidumbre que pesaba sobre las empresas estadounidenses está desapareciendo. Por otro lado, remarcó que la principal prioridad de los Estados Unidos debía ser estabilizar las cuentas, valorando como "claramente insostenible" el actual sistema fiscal del país. Del otro lado del Atlántico, la cumbre de los países de la Unión Europea, realizada el lunes pasado en Bruselas, resultó el hecho más destacado de la semana. Así, los líderes de la eurozona, con excepción de Gran Bretaña y República Checa, acordaron los lineamientos de un fondo permanente de rescate y respaldaron un pacto diseñado por Alemania para asegurar una disciplina fiscal más estricta. Las deliberaciones se centraron en una estrategia para revivir el crecimiento y crear empleos, en momentos en que los gobiernos europeos tuvieron que recortar el gasto público y subir los impuestos. El tratado obliga a los Estados miembros a incorporar a sus legislaciones nacionales una regla que limite el déficit al 0,5% del PIB y el Tribunal de Justicia de la UE podrá imponer sanciones económicas de hasta el 0,1% a los que no incorporen esa norma en su legislación. Por otro lado, se acordó que el fondo de rescate (Mede) esté disponible a partir del 1 de julio próximo y que solo beneficie a los países que ratifiquen el pacto fiscal. Por su parte, el ministro de Finanzas y viceprimer ministro griego, Evangelos Venizelos, reconoció que la quita de la deuda en manos privadas (206.000 millones de euros) podría superar el 70%, en lugar del 50% pactado en la cumbre europea del pasado octubre. Al respecto, el ministro griego aseguró que las negociaciones con el Instituto Internacional del Finanzas (IIF), que representa a la banca que posee cerca de la mitad de la deuda helena, están "a un sólo paso" y sólo quedan "formalismos" para finalizar el acuerdo de canje de bonos. Así, la persistente crisis de la deuda griega y la incertidumbre acerca de un acuerdo con los acreedores privados mantiene al euro bajo presión. Las dudas en ese sentido llevaron al euro a operar con mucha volatilidad, entre 1,30 y 1,32 dólares, para terminar la semana cotizando en New York a 1,3150 dólares. (J.A.N.)
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