La semana pasada fue signada por dos hechos trascendentes, que resultaron el principal fundamento para recrear un ambiente de crispación e incertidumbre. En primer lugar, el cuestionado decreto que autoriza el pago de compromisos eternos del Estado nacional con reservas del BCRA y, seguidamente, las duras declaraciones que hizo al término de su visita a Buenos Aires el enviado del gobierno de Obama, Arturo Valenzuela, quien expresó que al empresariado de su país le preocupa el clima de inseguridad jurídica en la Argentina.
En ese escenario negativo, el Mercado Unico y Libre de Cambios tuvo que soportar fuertes presiones, a las que se agregó una inédita intervención del BCRA, con agresivas y hasta ampulosas ofertas de compra y venta de dólares, tanto en el mercado de contado como en los de futuro. Con relación a este último, cabe destacar que el jueves, a las 12,40, el ente monetario puso en las pantallas del sistema electrónico Siopel una oferta de compra para fin de este mes por nada menos que 10.000 millones de dólares a $ 3,8330, considerándose esa acción como insólita y hasta irrespetuosa. Finalmente, toda esa lucha irracional logró como resultado que el tipo de cambio subiera al cabo de la semana un 0,3%, a $ 3,8130, con una volatilidad del 0,6%, y que las reservas del BCRA se incrementaran en USD 261 millones, sumando ahora USD 47.816 millones, según cifras oficiales aún no ajustadas.
Como simple ejemplo de lo que ocurre en el mundo civilizado, del que la Argentina se ha autoexcluido, podemos citar lo que sucedió durante la últimas cinco jornadas, sin causar nerviosismo ni malestares, cuando el real brasileño se movió 3,5%, el peso colombiano 2,5%, el peso chileno 1,8% y el sol peruano 1%. Cabe señalar también, que la acción del BCRA en el mercado de futuros ofreciendo comprar a precios con altas tasas implícitas, alrededor de 15%, tuvo como principal objetivo lograr que los bancos le vendieran a futuro y compraran contado, ayudándolo a equilibrar el mercado, sin tener luego que absorber los pesos que emite cuando actúa directamente como comprador. Y esa gran cantidad de swaps que los bancos realizaron incentivados por el BCRA hizo que el volumen operado entre entidades aumentara 45%, sumando USD 3.606 millones, con un promedio diario de USD 721 millones, cifras récords en el año. (Informe de José Alfredo Nogueira, ABC Mercado de Cambios)
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