viernes, 4 de septiembre de 2009

A toda costa buscarán evitar la aparición de cuasimonedas


El déficit financiero de las provincias se acerca a los 10.000 millones de pesos, de los cuales la mitad corresponde a Buenos Aires. Es el doble del quebranto registrado en 2008 y son por lo menos 15 las jurisdicciones que ya tienen dificultades para pagar los sueldos de agosto. En este contexto, se escuchó hablar de la posibilidad de emitir bonos provinciales como aquellos que se utilizaron para salvar el bache fiscal de 2001 en Córdoba, Río Negro y también en La Plata.
Para los economistas, el día que se emita el primer nuevo patacón, lecop, lecor o como se llame ahora la cuasimoneda, será el principio del fin de la calma cambiaria. ¿Por qué? Simplemente porque la memoria de los argentinos se remontaría a los días previos al estallido de la convertibilidad a fines de 2001.
Esto lo sabe el Gobierno nacional y por esta razón es que, como sucedió con Schiaretti en Córdoba y con Scioli en Buenos Aires, los fondos del Tesoro aparecieron para apagar el incendio antes que se propagara. Pero la pregunta que se formulan los analistas de las cuentas fiscales es cuánto tiempo más podrá hacer frente la administración central a las urgencias provinciales en un contexto recesivo y con la recaudación diezmada. Hasta fin de año. Después urgirá conseguir financiamiento voluntario del mercado internacional, razón por la cual se busca arreglar las cuitas con el FMI, los holdouts y el Club de París, con una voluntad y una dinámica que no se vio en los últimos cuatro años.
Las cuasimonedas sirvieron para que las provincias zanjaran la crisis financiera de 2001, generada a partir de la conjunción de una caída de los recursos tributarios propios, de las transferencias nacionales y de las restricciones para acceder al crédito interno y externo.
La Rioja emitió bonos serie A y B, denominados Evita. Córdoba lanzaba los Lecor. Chaco pagaba los sueldos estatales con los bonos Quebracho, Tucumán sacó cuatro series de Tucu, Formosa tenía los Bocanfor y Entre Ríos los Federales. Buenos Aires sacó los Patacones con los que se pagaban sueldos y se podían cancelar impuestos locales. Con la recuperación de la economía, el Gobierno empezó a retirar los bonos en circulación: en y en junio de 2003, el Banco Central ya había rescatado 40%, pero la contrapartida es que las provincias todavía pagan a la Nación deuda que vence en 2011 y 2013, según cuenta Jorgelina do Rosario en El Cronista.
El Gobierno intentará por todos los medios evitar la reaparición de los bonos provinciales y esto es más sencillo que a fin de 2001 porque no existe ya la restricción de la ley de convertibilidad que impedía la emisión de pesos para cubrir déficit. Si fuera necesario y no hubiera alternativa, no habrá cuasimonedas pero sí volverá el déficit cuasifiscal. Para la macro es lo mismo, pero los efectos psicológicos quizás no se sientan en lo inmediato. El problema va a ser esconder la inflación que sobrevendrá a la emisión sin respaldo.

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