según el INDEC, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió en agosto 0,8%. Es el valor más alto desde el índice de abril y representa una tendencia al sinceramiento de las estadísticas, ya que la diferencia con los cálculos privados, que en un momento llegaron a una relación de 3 a 1, hoy ya es inferior al 50%: todas las consultoras y centros de estudios que siguen la marcha de los precios pronosticaban una inflación de entre 1,0 y 1,5% para agosto.
Los rubros que más subieron para el INDEC, fueron los alimentos (1,2%), la indumentaria (1,1%) y los gastos para la salud (1,9%). El acumulado del año en el IPC oficial fue de 4,2% y si se miden los últimos doce meses, la cifra es de 5,9%.
Los precios mayoristas, en tanto, subieron 0,9% en agosto y desde enero suman un alza de 6,2%, siempre según la medición oficial. A su vez, el costo de la construcción aumentó 0,5% en el mes y 5,9% en lo que va del año.
Para las consultoras y los gremios, en cambio, la inflación real se ubica entre 12% y 15% anual. Después de las elecciones, entre el relajamiento de los controles gubernamentales sobre la canasta básica y la tibia recuperación del consumo que hizo crecer algo la demanda, algunos comercios remarcaron más que en toda la primera mitad del año.
La consultora Ecolatina calculó una inflación de 1,4% para agosto, del 9,1% en lo que va del año y del 14,3% en los últimos doce meses. El estudio de Miguel Bein estimó para agosto 1,5% y para el último año 14 por ciento. El de Orlando Ferreres, con buena llegada al Gobierno, midió 1,2% el mes pasado y habló de “serias dificultades para perforar el valor de un dígito mensual” en lo que queda de 2009. O sea, menos de uno por ciento, olvidarse.
El INDEC también divulgó los números de la canasta básica y asegura que hacen falta 1.025 pesos para que una familia tipo pueda comprar los bienes y servicios básicos para no caer en la pobreza. El precio implica un alza de 1,2% durante el mes pasado y de 4,6% en lo que va de 2009. En tanto, el valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide la frontera con la indigencia, fue calculada en $ 453,30 para un grupo familiar compuesto por un matrimonio y dos hijos. Subió 1,3% respecto de julio.
Lo que se advierte en la documentación oficial es el reconocimiento de los aumentos en carne y bebidas que corrieron para arriba los límites del pauperismo. Y la situación difícilmente mejore en los próximos meses ya que se prevé una nueva vuelta de tuerca por el lado de los servicios. Esto, según advierten algunos consultores en base a los números de pobreza que maneja la Iglesia, podría generar tensiones sociales en el conurbano bonaerense, ya que la asistencia oficial, con la recaudación ajustada, cada vez alcanza menos.
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