viernes, 25 de septiembre de 2009

Avanza acuerdo con acreedores sin incluir pagos cash


El ministro de Economía, Amado Boudou, sigue trabajando para acelerar un acuerdo con los acreedores del país y así poder volver a los mercados de crédito voluntario hacia fines de año. En Pittsburgh continuó las reuniones que inició en Nueva York con los fondos acreedores de la Argentina que quedaron fuera del canje de deuda del 2005 y la agenda incluyó a los bancos de inversión. La idea es avanzar hacia una oferta final, que en principio contemplaría el reconocimiento de los intereses caídos.
El problema es que los holdouts pretenden que esos intereses sean cancelados en efectivo, mientras que Economía les propone incluir todo en un nuevo título público que se les entregaría a cambio. La quita que se ofrece sobre el capital es similar a la que se realizó en la reestructuración de 2005, cercana a 66%, pero con menos opciones de títulos. De todos modos, para implementarla es necesario que antes el Congreso modifique la Ley cerrojo que bloqueó la posibilidad de reabrir el canje. Boudou aseguró que “haremos lo necesario para que la propuesta se haga en el marco de la legalidad”.
El ministro se reunió también con Christine Lagarde (foto), ministra de Finanzas de Francia, para avanzar en un acuerdo con los países acreedores nucleados en el Club de París. Ambos acordaron reunir a equipos técnicos para que comiencen a delinear una propuesta de pago. Lo más importante es que se habría aceptado que no incluya fondos en efectivo. Boudou también se reunió previo a la gira con embajadores de los países miembros del Club para consensuar la salida. Desde Japón le pidieron que no haya más arreglos bilaterales, como se hizo con España, y que el arreglo se haga con todos los miembros a la vez. Posiblemente el tema estará resuelto y se formule algún anuncio el mes que viene, durante la asamblea anual conjunta del FMI y el Banco Mundial en en Estambul, Turquía.
Boudou mantuvo también contactos informales en Pittsburgh con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, ya que ambos se alojaron en el mismo hotel durante la cumbre del G-20. El ministro estuvo acompañado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, quien mantuvo reuniones previas con sus pares de otros países para avanzar en eventuales soluciones técnicas a los conflictos con los acreedores.
El tema no es sencillo porque hay diferentes acreedores con diferentes aspiraciones, aunque todos coinciden en que los favorece la suba en las cotizaciones de los bonos argentinos ocurrida en los últimos meses, durante los cuales se duplicó el precio de los títulos, bajaron los rendimientos y se acomodó en un nivel de 700 puntos básicos el riesgo país. Esta baja del riesgo pone a los papeles argentino en la mira de los fondos de inversión que ganan con la compra y venta de papeles de deuda.
Boudou adelantó que “hay que encontrar una solución donde todos ganen”, pero también afirmó que “con el Club de París es seguro que no haremos pagos en efectivo”. También fue categórico al asegurar que “no habrá un arreglo previo con el Fondo Monetario Internacional para arreglar con el Club de París. Encontraremos una solución de mercado porque no vamos a hacer un programa con el FMI”.
El acuerdo con el FMI podría venir después del acuerdo con los holdouts y el Club de París, aunque sin incluir revisiones ni intervención del Fondo en la política económica local. Lo que interesa es la posibilidad de obtener préstamos del FMI cuyas tasas son más convenientes que las de mercado.

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