El canje de deuda se cerró con una adhesión de 76%, con lo cual se modificó el perfil de la deuda al postergarse los vencimientos de los próximos años hasta 2014 y, aunque los nuevos bonos tienen una tasa mayor que la de los rescatados, se le resta presión a la caldera del Indec y sus polémicos índices de precios.
Concretamente, los dos tramos del canje de deuda lanzado en los últimos días por el Gobierno involucraba títulos PRE9, PR12 y Préstamos Garantizados (PG) residuales, en una primera instancia, y Boden 2014 y otros PG en la segunda, oficializada el último viernes.
El primer segmento involucraba $ 8.000 millones y el segundo, $ 14.000 millones. De esos $ 22.000 millones, el Gobierno recibió ofertas para canjear $ 16.700 millones, de los cuales $ 4.616 millones corresponden al primer tramo, en el que se concentraban los tenedores minoristas de bonos, y otros 12.085 millones de pesos, al segundo.
Era previsible que el canje resultara exitoso ya que al analizar el origen de las propuestas se advierte que más de $ 11.800 millones estaban en poder de organismos estatales, como la ANSeS y el Banco Nación.
Sin embargo, tanto el ministro Amado Boudou como el secretario de Financiamiento, Hernán Lorenzino, destacaron la "gran participación" del sector privado, que representó casi $ 5.000 millones. La reprogramación voluntaria de vencimientos de deuda implica un alivio de $ 7.261 millones de aquí a 2012 inclusive. Además, la emisión de los nuevos títulos ($ 4.353 millones de Bonar 2014 y $ $ 10.844 millones de Bonar 2015) implica una reducción nominal de obligaciones por $ 1.898 millones.
Estos dos títulos ajustarán por una tasa Badlar más 200 y 300 puntos básicos, respectivamente, lo que implica un rendimiento del orden del 15% anual. La tasa del Banco Central reemplazará al controvertido Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que evoluciona en función de la medición oficial del costo de vida.
La adhesión al canje superó ampliamente el piso de 60% (equivalía a la participación oficial) fijado por Economía para calificar de exitosa la operación.
Lorenzino adelantó que por el momento no realizarán más canjes de deuda indexada, ya que la mayoría de las obligaciones atadas al CER que quedan son títulos de largo plazo que están en poder de la ANSeS, tras la estatización de los aportes jubilatorios de noviembre último.
Boudou resaltó que no habrá mayores inconvenientes para afrontar los vencimientos que quedan este año, el más importante de los cuales es el del cupón PBI en diciembre próximo por u$s 1.500 millones.
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