lunes, 17 de octubre de 2011
Con los ojos puestos en la cumbre europea del domingo
Al comenzar la semana pasada se informó que la cumbre de gobernantes de la Unión Europea que se había programado para los días 17 y 18, fue finalmente pospuesta para el domingo 23. Ese retraso "permitirá finalizar la estrategia integral para la crisis de la deuda soberana de la zona euro", informó Herman Van Rompuy (foto), presidente del Consejo Europeo, porque si bien se han logrado progresos significativos en varios puntos, hace falta avanzar más en varias cuestiones. Además, previamente a esa reunión se celebrará un encuentro de los ministros de Finanzas de la eurozona. La quinta misión de revisión en Grecia, hecha por la UE, el BCE y el FMI, concluyó el martes pasado y según el informe oficial del BCE el resultado fue satisfactorio para poner el fondo del rescate de 8 billones de euros a disposición del país heleno, probablemente a principios de noviembre. Ese mismo día S&P informó las rebajas de las calificaciones del BBVA y el Banco Santander, y el viernes rebajó también la del BNP Paribas de Francia. Después de haberlo rechazado dos días antes, el Parlamento de Eslovaquia aprobó el jueves por una amplia mayoría la ampliación de Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Era el último país del euro que faltaba por ratificarlo. Así, dicho fondo podrá ahora comprar deuda pública, recapitalizar bancos y dar líneas de crédito preventivas, confiándose en que el refuerzo aprobado sirva para evitar que el contagio de la crisis de deuda llegue también a España e Italia. Las buenas noticias hicieron subir el apetito por el riesgo, provocando el miércoles una reacción positiva del mercado y así la moneda única protagonizaba una espectacular subida ese día de 230 pips desde Asia, hasta que el viernes pudo marcar un máximo de 1,3895 dólares, que resultó su mayor alza semanal desde enero. Pero tras las buenas noticias en Europa, el jueves se agregaron las de Estados Unidos: los pedidos semanales de subsidio por desempleo fueron menores y el déficit de la balanza comercial se mantuvo estable. Y el viernes se agregó la sorprendente fuerte subida de las ventas minoristas en septiembre, aunque la confianza del consumidor estadounidense cayó de forma inesperada, golpeada tanto por un deterioro en la evaluación de las condiciones actuales como por una baja de las expectativas. Otro hecho importante de la semana fue la decisión del Banco Popular de China de fijar un tipo de cambio más bajo para el yuan contra el dólar, horas después de que el Senado de los Estados Unidos aprobara un proyecto de ley que presionaría a China para que permita una revaluación más rápida de su moneda. Al cierre del viernes el euro se negociaba en el mercado de New York a 1,3875 dólares. (J.A.N.)
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