Una semana agitada en el mercado cambiario

Dos acciones tomó el gobierno para enfrentar la crisis del mercado cambiario. Por un lado, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno quedó a cargo de apaciguar el mercado “blue”, exigiendo a los cambistas, informalmente y con tono amenazador, que el billete debía cotizar a menos de 8 pesos. El jueves insistió y fue por más: “¡Lo quiero a 6 pesos!”, instrucción que no fue observada, ya que el informal quedó en $ 8,48 vendedor. De todos modos, los telefonazos generaron un clima de virtual feriado cambiario, ante la prudente retracción de los operadores. La otra acción oficial fue acelerar el ritmo de devaluación del peso. Sobre el cierre de la semana el BCRA decidió ajustar el cambio al alza un centavo y medio, fijando el Banco Nación su cierre semanal vendedor de transferencia en $ 5,11 (0,4% en la semana). El volumen operado entre las entidades bancarias fue de u$s 1.062 millones, con un promedio diario de u$s 212 millones, 7% debajo de la semana anterior. El saldo de las intervenciones del BCRA en el mercado resultó negativo en unos u$s 13 millones y las reservas internacionales mostraron una nueva caída, esta vez de u$s 292 millones, sumando al cierre del viernes u$s 40.950 millones, su menor monto desde el 4 de junio de 2007. Al cierre del viernes pasado en el mercado de futuros de New York el peso/dólar cotizaba a un año a $ 7,3638 (tasa implícita de 44%).