El temor en los mercados se extendió la semana pasada a un ritmo vertiginoso. Y en la eurozona, los movimientos han sido aún más bruscos y preocupantes. El ránking del riesgo de la región no deja lugar a dudas sobre qué países concentran la atención en estos momentos: Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia. Y los analistas creen que la presente crisis se basa en la desconfianza, por lo que resulta muy difícil de cuantificar hasta dónde puede llegar y aunque consideran que la divisa estadounidense se va a depreciar en 2011, no descartan nuevas alzas. Los analistas técnicos destacan la importancia que ha tenido la ruptura del nivel de 1,3232 dólares y fijan el siguiente soporte en 1,3131. Mientras, los gobiernos de China y Rusia acordaron renunciar al uso del dólar en sus intercambios comerciales y en el futuro los pagos entre ambos se llevarán a cabo utilizando sus respectivas divisas.
El euro quedó cotizando el viernes pasado en la figura de 1,32 dólares, situándose así en mínimos de dos meses y perdiendo 3% frente al dólar en la semana. El rescate de Irlanda y el temor a que un efecto contagio se extienda a otros países de la eurozona provocó este retroceso, que se mantuvo durante las cinco jornadas pasadas en un escenario claramente signado por la aversión al riesgo. La caída de la moneda única contra el dólar al filo de la semana, superando el 1%, se produjo después de que la prensa alemana publicara una versión, que luego fue desmentida, que aseguraba que Berlín estaba presionando a Portugal para que aceptara el Fondo de Rescate. Por eso muchos operadores no quieren oir hablar de riesgo y buscan activos seguros como el dólar. Y como si fuera poco la crisis en el Viejo Continente se añade ahora la fuerte tensión que se vive en Corea. España es el país europeo con mayor exposición a Portugal, nación que puede ser la siguiente en pedir el rescate de la UE y el FMI, tras las ayudas a Irlanda y Grecia. La banca española tiene cerca de 60.000
millones de euros en activos portugueses, 38% del total del Viejo Continente. Y en todo ello se basa la Comisión Europea para lograr que dupliquen el tamaño del fondo de rescate europeo de 440.000 millones de euros (USD 586.000 millones) para los países endeudados de la eurozona. Pero la propuesta de la Comisión, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, se ha encontrado con la oposición de Alemania, la mayor economía europea, que no quiere ampliar el tamaño del fondo. Pero también preocupa, y mucho, que un número creciente de ciudadanos de la eurozona estén perdiendo la fe en el euro, el ambicioso proyecto monetario que nació hace más de una década y que se valora como "una historia de éxito". El rescate de Irlanda y la mala situación de Portugal y España han dado más fuerza que nunca a estas voces críticas con la moneda en países que, como Alemania, Países Bajos o Austria, no están sufriendo tanto la crisis como los mediterráneos y que ven cómo los problemas de los "PIGS" pueden arruinar su crecimiento futuro. Al cierre del viernes el euro cotizaba a 1,3245 dólares. (J.A.N.)
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