miércoles, 17 de noviembre de 2010
Otro frustrado golpe de efecto con el Club de París
Todo indica que todavía está lejos la solución del default con el Club de París. Se apuró el Gobierno en informar que los acreedores aceptaban iniciar una negociación sin la auditoría del FMI, una opción que siempre estuvo disponible en caso de que la Argentina aceptara pagar al contado ese compromiso. La oposición ya adelantó que cuestionará el pago con reservas, y el propio ministro Amado Boudou (foto) ya abrió el paragüas aclarando que Argentina "no aceptará" pagar en un año la deuda, que hoy llegaría a unos u$s 8000 millones. Había trascendido que la oferta sería pagos semestrales a lo largo de 3 a 5 años, siempre que además el país pudiera obtener dinero fresco a través de la colocación de nueva deuda, de modo de no afectar el balance de reservas del Banco Central. Recién comienza, entonces, una nueva y larga negociación, más compleja en un mundo nuevamente convulsionado en los mercados financieros por la crisis en Europa, la guerra de las revaluaciones contra EEUU, y el plan de ajuste anti inflacionario que preparan los chinos. El anuncio de Cristina Kirchner pareció, en principio, un espaldarazo para el ministro de Economía. Así las cosas, Amado Boudou tendrá una nueva oportunidad para revalidar espacio. De la compleja negociación que ahora empieza con los acreedores dependerá su futuro. (Hora 6)
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