viernes, 5 de noviembre de 2010

No todos compran la versión de la Argentina edulcorada

A pesar de la fuerte suba de los bonos argentinos en las últimas semanas y de la caída del riesgo país a menos de 500 puntos básicos, el país aún no logra mejorar en la calificación crediticia internacional y las razones fundamentales son las dudas sobre las estadísticas del Indec y el irresuelto default con el Club de París.
Los últimos ajustes de la nota para la deuda argentina fueron los efectuados por Standard & Poor´s que la subió un nivel “B” en septiembre, siguiendo la corrección que hizo Fitch Ratings en julio. Normalmente las tres grandes calificadoras de riesgo se mueven en el mismo sentido con semanas de diferencia, pero esta vez Moody´s no acompañó a sus colegas.
Según declaró una funcionaria de la empresa a la agencia Bloomberg, pese a que hay razones en los fundamentals para elevar la nota argentina, también subsisten otros argumentos que desaconsejan una acción en ese sentido. Entre ellas, las dudas respecto a la fortaleza instuticional del país, el cuestionamiento a los índices que elabora el Indec y la todavía no resuelta deuda impaga con el Club de París.
El tema fue hablado en los pasillos de un evento realizado en Nueva York por la Emerging Markets Trade Association, donde para el caso argentino se habló de manipulación de estadísticas, que a su vez siembran sudas respecto de la voluntad de pago del país.
Pese a la bondad de los indicadores que se anuncian casi a diario, hay informes que muestran lo opuesto. La inflación oficial es la tercera parte de la que calculan los privados y además el ministro dice que no es un problema; se anuncia una baja del desempleo mientras que los índices de demanda laboral caen a la mitad, y se subraya la persistencia del superávit fiscal, que no sería tal sin la apropiación de fondos excedentes de organismos públicos y la contabilidad creativa.
Mientras el ministro de Economía habla de aumentos en la inversión, los empresarios reclaman más credibilidad para mejorar el clima de negocios, que según el informe Doing Business del Banco Mundial, empeoró. Argentina quedó 113 entre 185 países y bajó dos lugares respecto del año pasado.
Por ahora, la soja a casi 470 dólares, el dólar mundialmente en baja, tasas de interés casi nulas y la imparable demanda de China y Brasil, ponen un filtro que atenúa la crudeza y los efectos de la realidad.

Alejandro Colle
(Ilustración: El Paraíso del Dante; publicado por PerazaContreras.Paloma)

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