Lejos de calmar a los mercados, el multimillonario paquete de rescate financiero acordado para Irlanda parece haber generado más preocupación entre los inversores. Crece el temor por las posibilidades de éxito de la ayuda y las declaraciones del gurú Nouriel Roubini tampoco ayudaron a serenar los ánimos. El hombre que predijo la crisis de las hipotecas vaticinó ahora que España será el próximo elefante en el bazar europeo.
Poco tardaron en reaccionar los mercados: el euro se aplastó a la figura de 1,31 contra el dólar, moneda que se vio beneficiada con la noticia de que las ventas del “black friday” fueron 6,4% superiores a las del año pasado. Esto marca la tendencia del comercio minorista en los próximos meses y el dato no podía ser más auspicioso.
La contracara de ese optimismo estuvo en las Bolsas europeas, donde el color rojo intenso predominó en las pantallas. París cayó 2,5%, Madrid perdió 2,3%, Frankfurt, 2,2% y Londres 2,1%. Wall Street, en cambio, finalizó en baja en todos sus indicadores, pero con porcentajes más moderados. El Dow Jones quedó 0,4% abajo en 11.052,50 puntos.
Los commodities, por su parte, reaccionaron al repunte del dólar con un alza de 2,4% en el petróleo, que finalizó en u$s 85,73 por barril en la variedad WTI de Texas. El oro, a su vez, logró recuperarse de los mínimos del día, para terminar en u$s 1.367 por onza troy.
martes, 30 de noviembre de 2010
sábado, 27 de noviembre de 2010
Posible contagio de la crisis derrumba al euro
El temor en los mercados se extendió la semana pasada a un ritmo vertiginoso. Y en la eurozona, los movimientos han sido aún más bruscos y preocupantes. El ránking del riesgo de la región no deja lugar a dudas sobre qué países concentran la atención en estos momentos: Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia. Y los analistas creen que la presente crisis se basa en la desconfianza, por lo que resulta muy difícil de cuantificar hasta dónde puede llegar y aunque consideran que la divisa estadounidense se va a depreciar en 2011, no descartan nuevas alzas. Los analistas técnicos destacan la importancia que ha tenido la ruptura del nivel de 1,3232 dólares y fijan el siguiente soporte en 1,3131. Mientras, los gobiernos de China y Rusia acordaron renunciar al uso del dólar en sus intercambios comerciales y en el futuro los pagos entre ambos se llevarán a cabo utilizando sus respectivas divisas.
El euro quedó cotizando el viernes pasado en la figura de 1,32 dólares, situándose así en mínimos de dos meses y perdiendo 3% frente al dólar en la semana. El rescate de Irlanda y el temor a que un efecto contagio se extienda a otros países de la eurozona provocó este retroceso, que se mantuvo durante las cinco jornadas pasadas en un escenario claramente signado por la aversión al riesgo. La caída de la moneda única contra el dólar al filo de la semana, superando el 1%, se produjo después de que la prensa alemana publicara una versión, que luego fue desmentida, que aseguraba que Berlín estaba presionando a Portugal para que aceptara el Fondo de Rescate. Por eso muchos operadores no quieren oir hablar de riesgo y buscan activos seguros como el dólar. Y como si fuera poco la crisis en el Viejo Continente se añade ahora la fuerte tensión que se vive en Corea. España es el país europeo con mayor exposición a Portugal, nación que puede ser la siguiente en pedir el rescate de la UE y el FMI, tras las ayudas a Irlanda y Grecia. La banca española tiene cerca de 60.000
millones de euros en activos portugueses, 38% del total del Viejo Continente. Y en todo ello se basa la Comisión Europea para lograr que dupliquen el tamaño del fondo de rescate europeo de 440.000 millones de euros (USD 586.000 millones) para los países endeudados de la eurozona. Pero la propuesta de la Comisión, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, se ha encontrado con la oposición de Alemania, la mayor economía europea, que no quiere ampliar el tamaño del fondo. Pero también preocupa, y mucho, que un número creciente de ciudadanos de la eurozona estén perdiendo la fe en el euro, el ambicioso proyecto monetario que nació hace más de una década y que se valora como "una historia de éxito". El rescate de Irlanda y la mala situación de Portugal y España han dado más fuerza que nunca a estas voces críticas con la moneda en países que, como Alemania, Países Bajos o Austria, no están sufriendo tanto la crisis como los mediterráneos y que ven cómo los problemas de los "PIGS" pueden arruinar su crecimiento futuro. Al cierre del viernes el euro cotizaba a 1,3245 dólares. (J.A.N.)
El euro quedó cotizando el viernes pasado en la figura de 1,32 dólares, situándose así en mínimos de dos meses y perdiendo 3% frente al dólar en la semana. El rescate de Irlanda y el temor a que un efecto contagio se extienda a otros países de la eurozona provocó este retroceso, que se mantuvo durante las cinco jornadas pasadas en un escenario claramente signado por la aversión al riesgo. La caída de la moneda única contra el dólar al filo de la semana, superando el 1%, se produjo después de que la prensa alemana publicara una versión, que luego fue desmentida, que aseguraba que Berlín estaba presionando a Portugal para que aceptara el Fondo de Rescate. Por eso muchos operadores no quieren oir hablar de riesgo y buscan activos seguros como el dólar. Y como si fuera poco la crisis en el Viejo Continente se añade ahora la fuerte tensión que se vive en Corea. España es el país europeo con mayor exposición a Portugal, nación que puede ser la siguiente en pedir el rescate de la UE y el FMI, tras las ayudas a Irlanda y Grecia. La banca española tiene cerca de 60.000
millones de euros en activos portugueses, 38% del total del Viejo Continente. Y en todo ello se basa la Comisión Europea para lograr que dupliquen el tamaño del fondo de rescate europeo de 440.000 millones de euros (USD 586.000 millones) para los países endeudados de la eurozona. Pero la propuesta de la Comisión, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, se ha encontrado con la oposición de Alemania, la mayor economía europea, que no quiere ampliar el tamaño del fondo. Pero también preocupa, y mucho, que un número creciente de ciudadanos de la eurozona estén perdiendo la fe en el euro, el ambicioso proyecto monetario que nació hace más de una década y que se valora como "una historia de éxito". El rescate de Irlanda y la mala situación de Portugal y España han dado más fuerza que nunca a estas voces críticas con la moneda en países que, como Alemania, Países Bajos o Austria, no están sufriendo tanto la crisis como los mediterráneos y que ven cómo los problemas de los "PIGS" pueden arruinar su crecimiento futuro. Al cierre del viernes el euro cotizaba a 1,3245 dólares. (J.A.N.)
jueves, 25 de noviembre de 2010
La inflación se acerca al límite de la tolerancia
Los economistas están estimando que la inflación del año rondaría 30% y hay preocupación por la proyección de los índices de este mes y diciembre, a raíz del impacto del medio aguinaldo, los 500 pesos de premio a los jubilados y otras bonificaciones por única vez que se están negociando como aperitivo de las paritarias.
El ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay (foto) comparó los precios de la misma canasta de productos en 2008 y ahora, y el resultado arrojó una diferencia de 140%. Esa medida de la inflación, efectuada con los propios datos que releva el INDEC, dice que el aumento de precios promedio es de casi 70% anual.
El economista Rodolfo Santángelo, por su parte, explicó que "en esta carrera de perros que se quieren morder la cola, donde el ingreso ya sea del jubilado o del salario le quiere seguir a la inflación, y después la inflación sube y el ingreso vuelve a subir, la verdad es que estamos siempre en el mismo lugar porque todo sube a ritmo inflación, y tenemos 27% de inflación que hoy todavía la toleramos porque la economía está en reactivación".
En conversación a Radio El Mundo, señaló que "Argentina es un país que no tiene presupuesto, asi que la proyección es ir imaginando mes a mes que es lo que se hace, porque no hay previsión presupuestaria". Además, sostuvo que "este año a nosotros la inflación nos da 27%, de los cuales tres o cuatro puntos los aporta la carne, uno imagina que en algún momento deja de subir la carne, pero al mismo tiempo debo decir que el congelamiento artificial de tarifa le resta cuatro puntos a la tasa de inflación, asique en realidad el 27% te lo explica la macroeconómica que es la política fiscal, la monetaria, la salarial, donde el único moderador es el tipo de cambio que se atrasa".
El economista jefe de FIEL, Juan Luis Bour, señaló que "estamos estimando una inflación promedio anual del 27% con una punta que va a llegar a 30, por supuesto estos números dependen extraordinariamente de no hacer macanas ulteriores. Estamos hablando de una aceleración de la inflación, y de un crecimiento que va a estar arriba del 6%”.
La clave no pasa ya por el número del índice, sino más bien por el grado de tolerancia al ritmo de los aumentos. En el último trabajo del sociólogo Hugo Haime se puede entrever que luego de la ilusión de los aguinaldos y premios de fin de año, el límite de la tolerancia estaría próximo a alcanzarse.
Hay una cierta saturación del consumo, que se advierte en las estadísticas de las ventas en shoppings. En octubre registraron un aumento de apenas 13,9% respecto del mismo mes del año pasado. La cifra se desdibuja si se tiene en cuenta que la facturación fue 26,2% superior.
El ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay (foto) comparó los precios de la misma canasta de productos en 2008 y ahora, y el resultado arrojó una diferencia de 140%. Esa medida de la inflación, efectuada con los propios datos que releva el INDEC, dice que el aumento de precios promedio es de casi 70% anual.
El economista Rodolfo Santángelo, por su parte, explicó que "en esta carrera de perros que se quieren morder la cola, donde el ingreso ya sea del jubilado o del salario le quiere seguir a la inflación, y después la inflación sube y el ingreso vuelve a subir, la verdad es que estamos siempre en el mismo lugar porque todo sube a ritmo inflación, y tenemos 27% de inflación que hoy todavía la toleramos porque la economía está en reactivación".
En conversación a Radio El Mundo, señaló que "Argentina es un país que no tiene presupuesto, asi que la proyección es ir imaginando mes a mes que es lo que se hace, porque no hay previsión presupuestaria". Además, sostuvo que "este año a nosotros la inflación nos da 27%, de los cuales tres o cuatro puntos los aporta la carne, uno imagina que en algún momento deja de subir la carne, pero al mismo tiempo debo decir que el congelamiento artificial de tarifa le resta cuatro puntos a la tasa de inflación, asique en realidad el 27% te lo explica la macroeconómica que es la política fiscal, la monetaria, la salarial, donde el único moderador es el tipo de cambio que se atrasa".
El economista jefe de FIEL, Juan Luis Bour, señaló que "estamos estimando una inflación promedio anual del 27% con una punta que va a llegar a 30, por supuesto estos números dependen extraordinariamente de no hacer macanas ulteriores. Estamos hablando de una aceleración de la inflación, y de un crecimiento que va a estar arriba del 6%”.
La clave no pasa ya por el número del índice, sino más bien por el grado de tolerancia al ritmo de los aumentos. En el último trabajo del sociólogo Hugo Haime se puede entrever que luego de la ilusión de los aguinaldos y premios de fin de año, el límite de la tolerancia estaría próximo a alcanzarse.
Hay una cierta saturación del consumo, que se advierte en las estadísticas de las ventas en shoppings. En octubre registraron un aumento de apenas 13,9% respecto del mismo mes del año pasado. La cifra se desdibuja si se tiene en cuenta que la facturación fue 26,2% superior.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
De “Retroceder nunca, rendirse jamás” a “Alguien tiene que ceder”
El disfraz es aceptable, pero todos saben quién está detrás de la máscara. Y detrás del acuerdo para que el FMI ayude a elaborar un índice de precios a nivel nacional se esconde la rendición incondicional del kirchnerismo a los largamente ignorados y despreciados reclamos de los países miembros del G-20 para abrir las puertas y demostrar que las estadísticas argentinas no están adulteradas.
Para conservar la silla en el Grupo, ganada gracias a la prolijidad económica de los denostados 90, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tuvo que ceder. Era el único país que ignoró el acuerdo de Pittsburgh que imponía a cada país la obligación de aportar sus estadísticas y planes, para comprobar si la estrategia de expansión fiscal estaba dando resultado.
Esa tarea fue delegada por el G-20 a Dominique Strauss-Khan (foto), lo que la convertía en inaceptable para el desaparecido Néstor Kirchner. El ministro Amado Boudou recibió instrucciones para enviar a Washington las cifras del Presupuesto 2010, que nada tenían que ver con la realidad.
La paciencia tiene límites y eso se comprobó en la reciente cumbre de Seúl, donde la Presidente habría recibido la última advertencia. Tras haber fracasado en los intentos de esquivar al FMI en un eventual arreglo con el Club de París, CFK recibió el aviso de que si quiere acordar, el FMI será protagonista. No podía ser de otra manera: los países miembros del Club ocupan asientos clave en el directorio del Fondo. Lo que no se explica es cómo los funcionarios argentinos soslayaron este dato.
La resistencia argentina a aceptar la misión técnica que releva estadísticas en todos los países miembros bajo el llamado artículo IV del estatuto del FMI, también estuvo dentro de la advertencia: sin revisión técnica habrá sanciones. La indisciplina y la transgresión no podían continuar siendo toleradas.
Así se llega a este grotesco del anuncio de que se pidió al FMI que venga a ayudar para confeccionar un índice de precios a nivel nacional. El grotesco se da por dos motivos: 1) los propios cuestionados funcionarios del INDEC deberían ser los que aporten los datos a los técnicos del Fondo, 2) el índice edulcorado de Guillermo Moreno no desaparecerá, 3) se desecharon las descalificaciones al índice oficial formuladas por las universidades, en un trabajo que pidió el mismo Gobierno.
Más allá de la mascarada que terminaron de montar en gestiones contrarreloj el canciller Héctor Timerman y de Boudou, la realidad es que el FMI llega a hacer su trabajo: mirar las cuentas argentinas.
Y lo más importante ahora es imaginar la situación cuando se conozcan los resultados de la revisión. Porque, antes o después, todo se sabe. Y no hay forma de que uno de los dos no quede descolocado. (Alejandro Colle)
Para conservar la silla en el Grupo, ganada gracias a la prolijidad económica de los denostados 90, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tuvo que ceder. Era el único país que ignoró el acuerdo de Pittsburgh que imponía a cada país la obligación de aportar sus estadísticas y planes, para comprobar si la estrategia de expansión fiscal estaba dando resultado.
Esa tarea fue delegada por el G-20 a Dominique Strauss-Khan (foto), lo que la convertía en inaceptable para el desaparecido Néstor Kirchner. El ministro Amado Boudou recibió instrucciones para enviar a Washington las cifras del Presupuesto 2010, que nada tenían que ver con la realidad.
La paciencia tiene límites y eso se comprobó en la reciente cumbre de Seúl, donde la Presidente habría recibido la última advertencia. Tras haber fracasado en los intentos de esquivar al FMI en un eventual arreglo con el Club de París, CFK recibió el aviso de que si quiere acordar, el FMI será protagonista. No podía ser de otra manera: los países miembros del Club ocupan asientos clave en el directorio del Fondo. Lo que no se explica es cómo los funcionarios argentinos soslayaron este dato.
La resistencia argentina a aceptar la misión técnica que releva estadísticas en todos los países miembros bajo el llamado artículo IV del estatuto del FMI, también estuvo dentro de la advertencia: sin revisión técnica habrá sanciones. La indisciplina y la transgresión no podían continuar siendo toleradas.
Así se llega a este grotesco del anuncio de que se pidió al FMI que venga a ayudar para confeccionar un índice de precios a nivel nacional. El grotesco se da por dos motivos: 1) los propios cuestionados funcionarios del INDEC deberían ser los que aporten los datos a los técnicos del Fondo, 2) el índice edulcorado de Guillermo Moreno no desaparecerá, 3) se desecharon las descalificaciones al índice oficial formuladas por las universidades, en un trabajo que pidió el mismo Gobierno.
Más allá de la mascarada que terminaron de montar en gestiones contrarreloj el canciller Héctor Timerman y de Boudou, la realidad es que el FMI llega a hacer su trabajo: mirar las cuentas argentinas.
Y lo más importante ahora es imaginar la situación cuando se conozcan los resultados de la revisión. Porque, antes o después, todo se sabe. Y no hay forma de que uno de los dos no quede descolocado. (Alejandro Colle)
lunes, 22 de noviembre de 2010
Pacto social, ¿vocación de arreglar o más gatopartidismo?
¿Puede haber un pacto social en la Argentina de 2011? Para poder responder al interrogante, hay que analizar a cada uno de los protagonistas que eventualmente se sentarán a la mesa para definir qué porción de la torta quieren y que parte están dispuestos a ceder el año entrante.
El titular de la Unión Industria, Héctor Méndez, parece interesado en pactar con los gremios y el Estado -¿o el Gobierno?- una tregua capaz de evitar la cercanía al precipicio de las paritarias. Pero ya advirtió que se sentará a hablar de todo, y que si hubiera un mínimo condicionante, no irá. Pero, en definitiva, lo que tendrá que ceder es porcentajes de aumentos de precios.
Los asalariados, representados (¿) por el camionero y titular de la CGT, Hugo Moyano (foto), deberán resignar porcentajes de ajuste salarial y, según habrían acordado en Olivos la Presidente y el pope gremialista, olvidarse de participar en el 10% de las ganancias de las empresas.
Está más o menos claro qué es lo que el Gobierno espera de los otros dos interlocutores: moderación en los aumentos. Lo que no queda claro aún es qué está dispuesto a ceder el Ejecutivo, para poder sellar un acuerdo.
No es el caso de Moyano, que probablemente esté más interesado en aceptar una distracción judicial que defender el interés de quienes cobran un sueldo. Pero sí el de los empresarios, que saben de memoria que el drama de la inflación no se resuelve poniendo un tope a precios y salarios, si no hay un marco fiscal y monetario adecuado.
La pregunta entonces, debería ser otra. ¿Aceptará el Ejecutivo moderar emisión monetaria y gasto público, ambos subiendo a más de 35%, en vísperas de un decisivo año electoral?
Si la respuesta es afirmativa, probablemente se haya comenzado a andar el camino adecuado para desarmar la bomba de la inflación. Si es negativa, entonces lo más probable es que no haya pacto alguno.
Lo positivo de todo esto es que la Presidente implícitamente admitió que hay inflación y que el tema, más allá de lo que dice el Indec, le preocupa. Lo malo es que la mesa del acuerdo está convocada para… dentro de 90 días… Y uno, conociendo la Argentina puede legítimamente preguntarse...¿hay tanto margen? (Alejandro Colle)
El titular de la Unión Industria, Héctor Méndez, parece interesado en pactar con los gremios y el Estado -¿o el Gobierno?- una tregua capaz de evitar la cercanía al precipicio de las paritarias. Pero ya advirtió que se sentará a hablar de todo, y que si hubiera un mínimo condicionante, no irá. Pero, en definitiva, lo que tendrá que ceder es porcentajes de aumentos de precios.
Los asalariados, representados (¿) por el camionero y titular de la CGT, Hugo Moyano (foto), deberán resignar porcentajes de ajuste salarial y, según habrían acordado en Olivos la Presidente y el pope gremialista, olvidarse de participar en el 10% de las ganancias de las empresas.
Está más o menos claro qué es lo que el Gobierno espera de los otros dos interlocutores: moderación en los aumentos. Lo que no queda claro aún es qué está dispuesto a ceder el Ejecutivo, para poder sellar un acuerdo.
No es el caso de Moyano, que probablemente esté más interesado en aceptar una distracción judicial que defender el interés de quienes cobran un sueldo. Pero sí el de los empresarios, que saben de memoria que el drama de la inflación no se resuelve poniendo un tope a precios y salarios, si no hay un marco fiscal y monetario adecuado.
La pregunta entonces, debería ser otra. ¿Aceptará el Ejecutivo moderar emisión monetaria y gasto público, ambos subiendo a más de 35%, en vísperas de un decisivo año electoral?
Si la respuesta es afirmativa, probablemente se haya comenzado a andar el camino adecuado para desarmar la bomba de la inflación. Si es negativa, entonces lo más probable es que no haya pacto alguno.
Lo positivo de todo esto es que la Presidente implícitamente admitió que hay inflación y que el tema, más allá de lo que dice el Indec, le preocupa. Lo malo es que la mesa del acuerdo está convocada para… dentro de 90 días… Y uno, conociendo la Argentina puede legítimamente preguntarse...¿hay tanto margen? (Alejandro Colle)
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Otro frustrado golpe de efecto con el Club de París
Todo indica que todavía está lejos la solución del default con el Club de París. Se apuró el Gobierno en informar que los acreedores aceptaban iniciar una negociación sin la auditoría del FMI, una opción que siempre estuvo disponible en caso de que la Argentina aceptara pagar al contado ese compromiso. La oposición ya adelantó que cuestionará el pago con reservas, y el propio ministro Amado Boudou (foto) ya abrió el paragüas aclarando que Argentina "no aceptará" pagar en un año la deuda, que hoy llegaría a unos u$s 8000 millones. Había trascendido que la oferta sería pagos semestrales a lo largo de 3 a 5 años, siempre que además el país pudiera obtener dinero fresco a través de la colocación de nueva deuda, de modo de no afectar el balance de reservas del Banco Central. Recién comienza, entonces, una nueva y larga negociación, más compleja en un mundo nuevamente convulsionado en los mercados financieros por la crisis en Europa, la guerra de las revaluaciones contra EEUU, y el plan de ajuste anti inflacionario que preparan los chinos. El anuncio de Cristina Kirchner pareció, en principio, un espaldarazo para el ministro de Economía. Así las cosas, Amado Boudou tendrá una nueva oportunidad para revalidar espacio. De la compleja negociación que ahora empieza con los acreedores dependerá su futuro. (Hora 6)
jueves, 11 de noviembre de 2010
BICE busca complementar créditos con la banca privada
El Presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Mauro Alem (foto), señaló que “es necesario integrar aún más la región latinoamericana y asegurar el crédito de largo plazo que se requiere para sostener el crecimiento y atender segmentos tales como el cambio de la matriz energética y el crédito para la innovación en tecnología”. Para cumplir con esos “desafíos”, el titular del BICE agregó que “se requiere del aporte de los bancos privados “para complementar los créditos de largo plazo de la banca pública”.
Las declaraciones fueron realizadas en el marco de la 44ª Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN), una de las reuniones más importantes del sector que reunió en Punta del Este a más de 1.500 hombres vinculados a las finanzas.
Según explicó Alem, colaborar con ese proyecto de la región, “es uno de los principales objetivos de nuestra participación en este encuentro, más teniendo en cuenta el actual contexto de sólido crecimiento de la economía argentina y de la región latinoamericana en su conjunto”.
Alem participó, en calidad de Presidente del BICE, de las diferentes jornadas de trabajo previstas, así como también en calidad de Director del Consejo Directivo de ALIDE (Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo). ALIDE es un órgano multilateral formado por bancos de desarrollo como el BNDES de Brasil, el BANOBRAS de México, el COFIDE de Perú y el BANCOLDEX de Colombia.
Desde el año 2003 hasta el segundo cuatrimestre de 2010 el banco otorgó créditos por $2.963 millones, a un total de 1.364 empresas, los cuales generaron más de 10 mil empleos directos. Además, desde el año 2004, los desembolsos del la entidad crecen a una tasa promedio del 30% anual.
Las declaraciones fueron realizadas en el marco de la 44ª Asamblea Anual de la Federación Latinoamericana de Bancos (FELABAN), una de las reuniones más importantes del sector que reunió en Punta del Este a más de 1.500 hombres vinculados a las finanzas.
Según explicó Alem, colaborar con ese proyecto de la región, “es uno de los principales objetivos de nuestra participación en este encuentro, más teniendo en cuenta el actual contexto de sólido crecimiento de la economía argentina y de la región latinoamericana en su conjunto”.
Alem participó, en calidad de Presidente del BICE, de las diferentes jornadas de trabajo previstas, así como también en calidad de Director del Consejo Directivo de ALIDE (Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo). ALIDE es un órgano multilateral formado por bancos de desarrollo como el BNDES de Brasil, el BANOBRAS de México, el COFIDE de Perú y el BANCOLDEX de Colombia.
Desde el año 2003 hasta el segundo cuatrimestre de 2010 el banco otorgó créditos por $2.963 millones, a un total de 1.364 empresas, los cuales generaron más de 10 mil empleos directos. Además, desde el año 2004, los desembolsos del la entidad crecen a una tasa promedio del 30% anual.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Alivio para Argentina con la soja en u$s 485
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos redujo la estimación de los rindes esperados para la soja y sin importar lo que sucedía en otros mercados, el precio de la oleaginosa se movió en alza desde la apertura en Chicago para cerrar con una fuerte suba de 4,3% en 485 dólares la tonelada en la posición de noviembre. El impacto fue grande porque los operadores esperaban una suba de los rindes en el reporte del USDA conocido el lunes.
La soja apuntando a 500 dólares la tonelada es una buena noticia para la Argentina, y además de la mejora por precio, tendrá una buena noticia por el lado de las cantidades: el mismo informe del USDA estimó 52 millones de toneladas para la próxima cosecha argentina. Quizá más, debido a las últimas lluvias ¿Cuánto es esto? Se calcula que 3.000 millones de dólares más para el país, de los cuales el Estado vía retenciones se queda con u$s 1.000 millones adicionales.
Mientras eso ocurría con los granos, la preocupación por el sistema financiero norteamericano pudo más que el aumento de 1,5% en los stocks en las empresas estadounidenses en septiembre y Wall Street revirtió un comienzo auspicioso y finalizar en terreno negativo, arrastrando en baja al resto de los mercados regionales. Todavía se albergan dudas sobre el éxito del paquete de estímulo de la Fed, sin el cual los bancos pueden ser vulnerables. La preocupación se suma a las dudas sobre las deudas soberanas de la periferia europea y el impacto en los bancos del Viejo Mundo. El dólar, que había empezado débil, también cambió la tendencia con el correr de la jornada y terminó fortalecido 1% en 1,3786 frente a la moneda común. Sin embargo, frente al yuan mantuvo la baja inicial y quedó en 6,6435, al igual que contra el real brasileño, en 1,6945. El petróleo perdió 0,6% y los futuros de oro perdieron 0,5%, con lo cual el metal amarillo volvió a quedar por debajo de los 1.400 dólares por onza.
Las Bolsas regionales se tomaron una pausa y el Merval perdió 0,6%, México cedió 0,7% y el Bovespa brasileño resignó 1,4%. Pese a esto, los bonos argentinos, con mucha selectividad, quedaron en alza encabezados por el Cupón PBI que mejoró 2%. (A.C.)
La soja apuntando a 500 dólares la tonelada es una buena noticia para la Argentina, y además de la mejora por precio, tendrá una buena noticia por el lado de las cantidades: el mismo informe del USDA estimó 52 millones de toneladas para la próxima cosecha argentina. Quizá más, debido a las últimas lluvias ¿Cuánto es esto? Se calcula que 3.000 millones de dólares más para el país, de los cuales el Estado vía retenciones se queda con u$s 1.000 millones adicionales.
Mientras eso ocurría con los granos, la preocupación por el sistema financiero norteamericano pudo más que el aumento de 1,5% en los stocks en las empresas estadounidenses en septiembre y Wall Street revirtió un comienzo auspicioso y finalizar en terreno negativo, arrastrando en baja al resto de los mercados regionales. Todavía se albergan dudas sobre el éxito del paquete de estímulo de la Fed, sin el cual los bancos pueden ser vulnerables. La preocupación se suma a las dudas sobre las deudas soberanas de la periferia europea y el impacto en los bancos del Viejo Mundo. El dólar, que había empezado débil, también cambió la tendencia con el correr de la jornada y terminó fortalecido 1% en 1,3786 frente a la moneda común. Sin embargo, frente al yuan mantuvo la baja inicial y quedó en 6,6435, al igual que contra el real brasileño, en 1,6945. El petróleo perdió 0,6% y los futuros de oro perdieron 0,5%, con lo cual el metal amarillo volvió a quedar por debajo de los 1.400 dólares por onza.
Las Bolsas regionales se tomaron una pausa y el Merval perdió 0,6%, México cedió 0,7% y el Bovespa brasileño resignó 1,4%. Pese a esto, los bonos argentinos, con mucha selectividad, quedaron en alza encabezados por el Cupón PBI que mejoró 2%. (A.C.)
viernes, 5 de noviembre de 2010
No todos compran la versión de la Argentina edulcorada
A pesar de la fuerte suba de los bonos argentinos en las últimas semanas y de la caída del riesgo país a menos de 500 puntos básicos, el país aún no logra mejorar en la calificación crediticia internacional y las razones fundamentales son las dudas sobre las estadísticas del Indec y el irresuelto default con el Club de París.
Los últimos ajustes de la nota para la deuda argentina fueron los efectuados por Standard & Poor´s que la subió un nivel “B” en septiembre, siguiendo la corrección que hizo Fitch Ratings en julio. Normalmente las tres grandes calificadoras de riesgo se mueven en el mismo sentido con semanas de diferencia, pero esta vez Moody´s no acompañó a sus colegas.
Según declaró una funcionaria de la empresa a la agencia Bloomberg, pese a que hay razones en los fundamentals para elevar la nota argentina, también subsisten otros argumentos que desaconsejan una acción en ese sentido. Entre ellas, las dudas respecto a la fortaleza instuticional del país, el cuestionamiento a los índices que elabora el Indec y la todavía no resuelta deuda impaga con el Club de París.
El tema fue hablado en los pasillos de un evento realizado en Nueva York por la Emerging Markets Trade Association, donde para el caso argentino se habló de manipulación de estadísticas, que a su vez siembran sudas respecto de la voluntad de pago del país.
Pese a la bondad de los indicadores que se anuncian casi a diario, hay informes que muestran lo opuesto. La inflación oficial es la tercera parte de la que calculan los privados y además el ministro dice que no es un problema; se anuncia una baja del desempleo mientras que los índices de demanda laboral caen a la mitad, y se subraya la persistencia del superávit fiscal, que no sería tal sin la apropiación de fondos excedentes de organismos públicos y la contabilidad creativa.
Mientras el ministro de Economía habla de aumentos en la inversión, los empresarios reclaman más credibilidad para mejorar el clima de negocios, que según el informe Doing Business del Banco Mundial, empeoró. Argentina quedó 113 entre 185 países y bajó dos lugares respecto del año pasado.
Por ahora, la soja a casi 470 dólares, el dólar mundialmente en baja, tasas de interés casi nulas y la imparable demanda de China y Brasil, ponen un filtro que atenúa la crudeza y los efectos de la realidad.
Alejandro Colle
(Ilustración: El Paraíso del Dante; publicado por PerazaContreras.Paloma)
Los últimos ajustes de la nota para la deuda argentina fueron los efectuados por Standard & Poor´s que la subió un nivel “B” en septiembre, siguiendo la corrección que hizo Fitch Ratings en julio. Normalmente las tres grandes calificadoras de riesgo se mueven en el mismo sentido con semanas de diferencia, pero esta vez Moody´s no acompañó a sus colegas.
Según declaró una funcionaria de la empresa a la agencia Bloomberg, pese a que hay razones en los fundamentals para elevar la nota argentina, también subsisten otros argumentos que desaconsejan una acción en ese sentido. Entre ellas, las dudas respecto a la fortaleza instuticional del país, el cuestionamiento a los índices que elabora el Indec y la todavía no resuelta deuda impaga con el Club de París.
El tema fue hablado en los pasillos de un evento realizado en Nueva York por la Emerging Markets Trade Association, donde para el caso argentino se habló de manipulación de estadísticas, que a su vez siembran sudas respecto de la voluntad de pago del país.
Pese a la bondad de los indicadores que se anuncian casi a diario, hay informes que muestran lo opuesto. La inflación oficial es la tercera parte de la que calculan los privados y además el ministro dice que no es un problema; se anuncia una baja del desempleo mientras que los índices de demanda laboral caen a la mitad, y se subraya la persistencia del superávit fiscal, que no sería tal sin la apropiación de fondos excedentes de organismos públicos y la contabilidad creativa.
Mientras el ministro de Economía habla de aumentos en la inversión, los empresarios reclaman más credibilidad para mejorar el clima de negocios, que según el informe Doing Business del Banco Mundial, empeoró. Argentina quedó 113 entre 185 países y bajó dos lugares respecto del año pasado.
Por ahora, la soja a casi 470 dólares, el dólar mundialmente en baja, tasas de interés casi nulas y la imparable demanda de China y Brasil, ponen un filtro que atenúa la crudeza y los efectos de la realidad.
Alejandro Colle
(Ilustración: El Paraíso del Dante; publicado por PerazaContreras.Paloma)
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Con dólar en baja siguen ganando acciones y bonos argentinos
La inminente intervención de la Reserva Federal en los mercados volcando inicialmente 500 mil millones de dólares en los mercados para apuntalar la economía norteamericana impactó negativamente en la paridad del dólar contra las principales divisas internacionales y disparó el atractivo por los activos de riesgo y provocó un ajuste alcista en los commodities.
El escenario de los próximos días será de mayor liquidez y tasas aplastándose. Esta es la lectura que los operadores y economistas hacen de la inminente intervención que anunciará hoy la Reserva Federal para apuntalar el crecimiento económico y la creación de empleos en los EE.UU. Y lo que esperan es un dólar más débil, ajuste consecuente en alza para los precios de los commodities y más apetito por los activos de riesgo, como las acciones y los papeles de los mercados emergentes.
Los mercados toman como cierta la estimación que hizo el consenso de los analistas, que se inclina por un tamaño importante en la recompra de títulos: 500 mil millones. Y sin esperar las definiciones, deshicieron posiciones en dólares y la divisa norteamericana cayó 0,7% ante el conjunto de monedas representativas del comercio exterior norteamericano.
Los commodities se ajustaron en alza respondiendo a la debilidad del dólar, liderados por el algodón que subió 3,9% en Nueva York. El índice de las materias primas trepó 1,2% igual que el petróleo, que se afirmó a u$s 83,90 por barril en la variedad WTI de Texas.
También se vieron favorecidas las acciones y Wall Street cerró con alzas en todos sus indicadores, encabezados por el Nasdaq de las tecnológicas, que ganó 1,1%. El Dow Jones cerró en 11.188,70 puntos, y el S&P500 ganó 0,8%.
La Bolsa local terminó con un alza de 1,1% pero recortó las subas iniciales debido a la toma de ganancias tras las fuertes alzas que exhibieron las acciones energéticas y de algunas entidades financieras en las primeras horas de operaciones. Los títulos públicos volvieron a terreno positivo con el Bogar 18 subiendo 0,8%, el Par en dólares 2,8% y el Boden 2015, 0,5%.
El atractivo por los activos argentinos tuvo como contrapartida un dólar ofrecido, lo que sugiere que las compras provienen del exterior. El contado con liquidación terminó ofrecido en 3,92 pesos y el dólar mayorista cerró apuntalado por el BCRA, que compró u$s 70 millones para marcar un cierre de 3,9580 pesos por unidad. (A.C. en Hora 6)
El escenario de los próximos días será de mayor liquidez y tasas aplastándose. Esta es la lectura que los operadores y economistas hacen de la inminente intervención que anunciará hoy la Reserva Federal para apuntalar el crecimiento económico y la creación de empleos en los EE.UU. Y lo que esperan es un dólar más débil, ajuste consecuente en alza para los precios de los commodities y más apetito por los activos de riesgo, como las acciones y los papeles de los mercados emergentes.
Los mercados toman como cierta la estimación que hizo el consenso de los analistas, que se inclina por un tamaño importante en la recompra de títulos: 500 mil millones. Y sin esperar las definiciones, deshicieron posiciones en dólares y la divisa norteamericana cayó 0,7% ante el conjunto de monedas representativas del comercio exterior norteamericano.
Los commodities se ajustaron en alza respondiendo a la debilidad del dólar, liderados por el algodón que subió 3,9% en Nueva York. El índice de las materias primas trepó 1,2% igual que el petróleo, que se afirmó a u$s 83,90 por barril en la variedad WTI de Texas.
También se vieron favorecidas las acciones y Wall Street cerró con alzas en todos sus indicadores, encabezados por el Nasdaq de las tecnológicas, que ganó 1,1%. El Dow Jones cerró en 11.188,70 puntos, y el S&P500 ganó 0,8%.
La Bolsa local terminó con un alza de 1,1% pero recortó las subas iniciales debido a la toma de ganancias tras las fuertes alzas que exhibieron las acciones energéticas y de algunas entidades financieras en las primeras horas de operaciones. Los títulos públicos volvieron a terreno positivo con el Bogar 18 subiendo 0,8%, el Par en dólares 2,8% y el Boden 2015, 0,5%.
El atractivo por los activos argentinos tuvo como contrapartida un dólar ofrecido, lo que sugiere que las compras provienen del exterior. El contado con liquidación terminó ofrecido en 3,92 pesos y el dólar mayorista cerró apuntalado por el BCRA, que compró u$s 70 millones para marcar un cierre de 3,9580 pesos por unidad. (A.C. en Hora 6)
martes, 2 de noviembre de 2010
Sigue la baja mundial del dólar y ganan los commodities
En vísperas de la definición del paquete de estímulo para la economía que anunciará hoy la Reserva Federal, los economistas estimaron que la inyección de liquidez al mercado será de unos 500 mil millones de dólares. A la espera de este dato, del resultado de las elecciones legislativas en EE.UU. y ante la posibilidad de que en Corea el G-20 no llegue a un acuerdo para desactivar la guerra de las monedas, los operadores se posicionaron en acciones, a juzgar por la suba de los futuros de Wall Street en los negocios europeos, donde también las Bolsas capitalizaban mejoras de 1% en promedio. El dólar fue la víctima de la jornada, al acomodarse en la figura de 1,40 frente al euro, con una caída de 0,9%. Los commodities estuvieron entre los más activos más favorecidos, con una nueva suba de 3,9% en el algodón y de 3,1% en el azúcar. El petróleo avanzó 1,2% para acercarse a los 84 dólares por barril en la variedad WTI, mientras que el oro se afirmaba 0,5% a u$s 1.358 por onza al promediar los negocios en la plaza londinense.
El contexto sigue favoreciendo a los países emergentes. En lo que hace a la Argentina, sigue firme el precio de la soja en Chicago y hay posicionamientos de fondos del exterior en activos locales, habiéndose observado un arbitraje desde bonos a acciones, ya que los títulos de renta fija habrían alcanzado un nivel de rendimiento adecuado, mientras que se ve que la Bolsa aún tendría margen para evolucionar. (A.C. en radioelmundodigital.com)
El contexto sigue favoreciendo a los países emergentes. En lo que hace a la Argentina, sigue firme el precio de la soja en Chicago y hay posicionamientos de fondos del exterior en activos locales, habiéndose observado un arbitraje desde bonos a acciones, ya que los títulos de renta fija habrían alcanzado un nivel de rendimiento adecuado, mientras que se ve que la Bolsa aún tendría margen para evolucionar. (A.C. en radioelmundodigital.com)
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