Los mercados siempre avisan y anticipan lo que vendrá. Tal la nota del periodista Claudio Zuchovicki en El Cronista donde advierte que hay un divorcio entre los números del mercado y los que muestra la economía argentina.
En lo que va del año 1) cayó el nivel de actividad, 2) se adelantaron las elecciones y la campaña del oficialismo es explosiva, 3) intervención estatal en las empresas privadas a punto tal de discutir distribución de dividendos, 4) bajan al país como mercado de frontera, 5) hay salida neta de capitales, 6) cartas amenazantes de la AFIP a inversores, y 7) caída de volúmenes operados a un tercio del nivel de 2008.
Ante esa realidad, desde marzo los mercados respondieron con subas de 47% en el Boden 2012, 59% en el Bonar 5 y 46% en el Merval.
Claramente parecen leer otros diarios o esperarían un futuro distinto. Los mercados habían descontado un escenario de caos que finalmente no sucedió. Al menos por ahora. La gran pregunta es qué viene después del 28: ¿Argentina se perfila como una Venezuela, aunque NK diga que no? Por lo que pasa en el mercado, los inversores están apostando por una realidad mejor a la que muestran los números actuales.
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