Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la eurozona celebrarán el próximo jueves 21 una cumbre extraordinaria para tratar de acordar el segundo rescate a Grecia y frenar así el contagio de la crisis de deuda a España e Italia, según anunció el viernes pasado, por la tarde, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. La canciller alemana, Angela Merkel, se negaba a celebrar una cumbre del Eurogrupo hasta que no hubiera perspectivas de acuerdo sobre el segundo rescate griego, tras que los ministros de Economía de la UE no lograron acercar posturas en la reunión celebrada el pasado lunes y martes en Bruselas. El principal escollo para aprobar el segundo rescate de Grecia consiste en definir la participación de los bancos, una exigencia de Alemania, Países Bajos, Finlandia y Austria, para que la ayuda sea aceptada por los electores. Estos países reclaman una contribución sustancial del sector privado aunque las agencias de rating lo interpreten como un default. En contraste, el BCE, con el apoyo de España, se opone frontalmente a cualquier impago por considerar que agravará el contagio a otros países de la eurozona. En todo caso, parece imponerse la postura alemana y ya no se excluye la quiebra parcial de la deuda de Grecia como parte del segundo rescate. Por su parte, la Comisión Europea informó al filo de la semana pasada que los resultados de los test de estrés muestran que la "gran mayoría de los bancos comunitarios son fuertes y capaces de resistir una situación económica adversa” e instó a los gobiernos de los países de las ocho entidades suspendidas a adoptar medidas que favorezcan su capitalización.
El euro respondió a todo aquello con movimientos de sube y baja, habiendo tenido la mayor volatilidad el martes y miércoles, cuando lo hizo entre 1,38 y 1,42 dólares por unidad. Mientras, en los Estados Unidos los inversores recibieron más malas noticias que buenas y la incapacidad de los miembros del Congreso para alcanzar un acuerdo bipartidista respecto al techo de deuda ha puesto a los Estados Unidos en el punto de mira de las agencias de calificación S&P y Moody's ya han amenazado con rebajar la triple A estadounidense si antes del 2 de agosto (última fecha para aumentar el límite de deuda) no hay acuerdo entre republicanos y demócratas. El presidente Obama ha vuelto a insistir en la necesidad de alcanzar cuanto antes un acuerdo para aumentar el techo de deuda y reducir el déficit. Al cierre del viernes en New York el euro cotizaba a USD1,4155. (J.A.N.)
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