La mayor economía del mundo creó sólo 36.000 puestos de trabajo en enero, pero el primer mes del año cerró con una tasa de desempleo del 9%, su nivel más bajo en los últimos 21 meses. Así, el optimismo por la recuperación económica estadounidense se suma a las declaraciones del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, que enfriaron la posibilidad de una próxima suba de tasas de interés en la eurozona.
Los analistas destacan que si el euro pierde el nivel de 1,35 dólares, podrían agudizarse las pérdidas y algunos estiman que podría verse a la moneda única próximamente en el nivel de 1,33 unidades. De todos modos, operadores e inversores siguen expectantes a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos en Medio Oriente y qué sucede con el fondo de rescate de la UE.
Pese a haber alcanzado el viernes máximos en casi tres meses en 1,3861, el euro finalizó la semana dando señales de debilidad y alertando sobre posibles correcciones mayores. El viernes sufrió la tercera caída diaria consecutiva y descendió por debajo de 1,3600, perdiendo el sentimiento alcista. La aceleración de la caída de la moneda única se dio el jueves después de que el BCE informara que dejaba sin cambios su tasa de interés, en 1% anual, y también por los comentarios de su presidente, Jean Paul Trichet, dando a entender que la suba de tasas del banco podría demorarse pese al crecimiento de los índices de inflación. El viernes se repitió la escena tras la
publicación del informe de empleo en los Estados Unidos que si bien mostró un aumento en las nóminas no agrícolas, este fue menor al esperado por el mercado. El punto positivo del informe fueron las revisiones alcistas de datos pasados y la caída en la tasa de desempleo, que bajó hasta 9%. Pero al filo del último día de la semana se supo que los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona aceptaron impulsar el "pacto por la competitividad" exigido por Alemania como
condición para aceptar un aumento del fondo de rescate de la Unión Europea. Según el texto del acuerdo, los líderes dejarán en manos de sus ministros de Economía la definición de propuestas concretas, de manera que éstas puedan ser adoptadas en una próxima reunión de líderes que se celebrará en marzo, siguiendo el calendario exigido por Alemania.
El paquete de medidas para acabar definitivamente con la crisis de deuda incluye además, según se destaca en las conclusiones, reforzar la vigilancia de la Comisión y del BCE sobre los países sometidos a "presiones del mercado" –en una referencia indirecta a España y Portugal y en menor medida a Italia o Bélgica- para garantizar que apliquen adecuadamente los planes de ajuste y las reformas prometidas y evaluar "los progresos realizados". Esta semana los operadores e inversores estarán atentos al dato sobre la balanza comercial estadounidense y a las decisiones de política monetaria del Banco de Inglaterra. El euro cerró el viernes cotizando a USD 1,3585. (J.A.N.)
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