En un contexto de mercados mundiales positivos, la Bolsa porteña cedió casi 2% y los operadores atribuyeron la caída a una combinación de toma de ganancias y al ruido que introdujo la disposición de informar operaciones bursátiles superiores a 40 mil pesos. Pero también incide la negociación salarial, que además de manejarse en niveles que ponen en riesgo la viabilidad de algunas empresas, amenaza con meterse también en las ganancias para participarlas con los trabajadores, como en el polémico proyecto de Héctor Recalde que hasta ahora había frenado el Gobierno.
De hecho el volumen de negocios se redujo considerablemente a apenas 47 millones de pesos en acciones, lo que refleja la retracción de los inversores frente a la incertidumbre respecto de la medida dispuesta por la Unidad de Información Financiera (UIF) y la proyección de las paritarias recargadas. También cayó el volumen negociado en bonos.
El clima mundial fue muy positivo y hubo alzas importantes en las Bolsas asiáticas, europeas y en Wall Street, donde continuaron soplando los vientos favorables iniciados con la caída del desempleo estadounidense a 9% y la baja probabilidad de que suban las tasas en la eurozona.
Tokio ganó 0,5%, el promedio de Europa avanzó 0,9% y los indicadores de Nueva York hasta 0,6% con el Dow Jones consolidándose arriba de los 12.100 puntos.
El dólar se afirmó a 1,3587 contra el euro a medida que se disipan los temores de un agravamiento de la crisis en Egipto, lo cual también se advirtió en la fuerte baja de casi 2% en el precio del petróleo WTI a u$s 87,32 por barril y del crudo Brent que pasa por el canal de Suez, a menos de 100 dólares (u$s 99,26 por barril). El oro quedó estable en u$s 1.350,70 por onza troy.
El índice Merval cayó 1,96% para cerrar en 3.559,72 puntos. La baja se amplió a 2,1% en el Merval argentino (que excluye a las empresas extranjeras), con un escaso volumen de negocios ante las dudas que generó la obligación de la UIF de informar operaciones de compra o venta superiores a 40 mil pesos, que equivalen a menos de 10 mil dólares.
La medida influyó en el mismo sentido que las cartas enviadas a los compradores de dólares en bancos o casas de cambio, y es más efectista que efectiva e incluso hasta contraproducente. En el circuito cambiario, en un mes en que tradicionalmente hay menos oferta de dólares y sigue firme la demanda divisas para cancelar importaciones, se mantuvo en 10 centavos la brecha entre el dólar mayorista y el billete libre o el contado con liquidación.
Los cambistas advierten una mayor demanda e incluso señalan que para superar la barrera de los u$s 2 millones mensuales, se está recurriendo a la compra de algunos bonos en dólares que pagan cupones cortos en divisas. (Alejandro Colle)
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