El euro había conseguido remontar posiciones durante las cuatro primeras jornadas de la semana pasada, más por la debilidad del dólar que por su propia fortaleza. Sin embargo, la incertidumbre que despertaban una posible reestructuración de la deuda griega y las elecciones municipales y autónomas españolas pesaron fuerte en el ánimo de los inversores. Por eso la moneda única, a pesar de haberlo intentado, no pudo traspasar la barrera de 1,43 dólares, pareciendo mostrarse más cómoda, en cambio, negociándose en la figura de 1,42 durante muchas horas a lo largo de la semana. Pero lo que parece haber quedado claro es que, a corto plazo, ya habría tocado un techo al borde de 1,43. Mientras, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet instó a las potencias económicas emergentes con alto superávit en su balanza comercial a permitir que sus monedas se aprecien gradualmente. No mencionó específicamente a ningún país, pero China ha sido blanco de la presión internacional para que permita que el yuan se aprecie en los mercados cambiarios.
Sin embargo, el hecho más importante de la semana ocurrió el viernes, cuando la agencia Fitch informó que había rebajado la calificación de la deuda de Grecia a B+, desde BB+, instalándola ya en la categoría de “bono basura”. Por su parte, el Ministerio de Finanzas griego reaccionó, asegurando que esta decisión "está influenciada por los intensos rumores en los medios" y no tiene en cuenta los compromisos de Atenas para reducir su déficit.
La reacción del mercado fue una fuerte venta de la moneda única, que así alcanzó su mínimo diario de 1,4137 dólares. Además, el BCE ha advertido sobre las catastróficas consecuencias que tendría prolongar el vencimiento de la deuda de Grecia u otras formas de reestructuración, ya que la entidad no aceptaría esos bonos como garantía en sus operaciones de refinanciación.
Mientras, en los Estados Unidos el miércoles se conocieron las minutas de la reunión de la Fed en Abril, que indicaban que la discusión sobre disminuir el estímulo monetario no debería ser vista como un indicio de que esto podría ocurrir pronto. Luego, los datos sobre la macro resultaron mixtos, destacándose la baja semanal de pedidos de seguros por desempleo, sugiriendo una leve recuperación en el sector laboral. Esta semana, la segunda estimación del PIB de los Estados Unidos será la gran referencia a conocerse, dejando en un segundo plano las nuevas cifras sobre el mercado inmobiliario. El euro cotizaba al cierre del viernes en USD 1,4120. (J.A.N.)
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