Los líderes europeos acordaron el viernes un nuevo paquete de medidas anticrisis en una cumbre de dos días realizada en Bruselas, pero se vieron obligados a retrasar el aumento de su fondo de rescate y a admitir la caída del Gobierno en Portugal plantea nuevas amenazas a la región. El euro terminó la semana marcando mínimos frente al dólar en la figura de 1,40, perjudicado también por las declaraciones del presidente de
la Fed de Filadelfia, Charles Plosser, quien afirmó que la política monetaria necesitaba ser revertida para que no se afecte la estabilidad económica y la inflación. Mientras, los inversionistas que buscan un refugio para su dinero impulsaron el precio del oro a un nuevo máximo, ante los nuevos temores sobre los países de la eurozona, que se suma al nerviosismo por el alza del crudo, la guerra en Libia y la crisis en Japón.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los veintisiete países que integran la Unión Europea aprobaron el viernes un plan global para tratar de frenar la crisis de deuda de la eurozona, agravada ahora por los problemas de Portugal. Al plan le faltan varias piezas esenciales que los líderes europeos retrasaron para junio, como lo es el refuerzo del actual mecanismo de rescate, considerado urgente por la situación de Portugal y España. En contraste, los Veintisiete alcanzaron un acuerdo para revisar el fondo permanente para los países con problemas de deuda, que empezará a funcionar en junio de 2013. Además, los gobiernos europeos han ratificado otras partes del plan global, como el nuevo sistema de sanciones de hasta el 0,2% del PIB para los países con déficit y desequilibrios excesivos y la flexibilización del fondo para que se pueda comprar deuda en el mercado primario. También se ratificó el Pacto por el Euro, que incluye medidas como el retraso de la edad de jubilación o el ajuste de los salarios a la inflación. Cabe destacar que a este acuerdo se han sumado países de fuera de la eurozona como Polonia, Dinamarca, Rumania, Bulgaria, Letonia y Lituania.
Durante la semana la moneda única mantuvo su tendencia al alza por el aumento del apetito por el riesgo, aunque ese impulso se frenaba por las preocupaciones sobre la crisis política de Portugal y la salud del sistema bancario español, tras que Moody´s rebajara la calificación a treinta entidades. Finalmente, el viernes causó decepción la noticia de las demoras en la UE con el fondo de rescate y las declaraciones Plosser. El euro reaccionó fuertemente a la baja y terminó la semana cotizando en New York a USD 1,4085. Mientras, en los Estados Unidos se conocían dos buenos datos, como lo fueron el del PIB, que durante el cuarto trimestre del 2010 mostró una suba del 3,1%, y el de los pedidos semanales de subsidio por desempleo, con fuerte baja. (J.A.N.)
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