domingo, 1 de abril de 2012

Mercados afuera esperan un fortalecimiento del dólar

Los ministros de finanzas de la Unión Europea decidieron el viernes pasado en Copenhague ampliar el fondo común de rescate hasta 800.000 millones de euros. De esta cantidad, sólo 500.000 millones estarán disponibles en caso que los necesiten países como Italia y España, en razón de que los otros 300.000 millones ya están comprometidos en ayudas a Portugal, Grecia e Irlanda. El Eurogrupo confirmó, además, que se prevé una cantidad de 240.000 millones de euros como reserva especial que solo estarán disponibles para casos de extrema urgencia. Este monto sólo podrá entregarse con una aprobación unánime y tendrá como fecha límite junio de 2013. Aunque algunos representantes europeos esperaban en los últimos días que el fondo se ampliase a 940.000 millones, ello no fue posible por la férrea oposición de Alemania. Con respecto al FMI, algunos de sus miembros habían reclamado recientemente que determinados países de la eurozona incrementaran sus cuotas de participación en la entidad. "Ahora estamos en una posición sólida para el debate con el FMI en abril. Es una buena señal", dijo el ministro de Finanzas francés, Francois Baroin (foto). Por su parte, el premier griego Lucas Papademos admitió en una entrevista a un diario italiano que Grecia podría necesitar un tercer programa de ayuda, a pesar de que se están cumplimentando todas las medidas exigidas por la troika, insistiendo en que los helenos trabajan duro para no necesitar más asistencia.
En tanto, alentados por un panorama económico más optimista en los Estados Unidos, resultó evidente que inversionistas de peso confían nuevamente en el dólar. Su apuesta es que la Fed no adoptará nuevas medidas de estímulo, con lo que el dólar podrá apreciarse frente a otras monedas como el euro y el yen. Estos inversionistas no sólo suponen que EE.UU. se ha recuperado lo suficiente como para evitar mayores inyecciones de estímulo de la Fed, sino que también anticipan que otros bancos centrales serán más agresivos que su contraparte estadounidense a la hora de inundar las economías con dinero barato para fomentar el crecimiento. Eso sería un trampolín para el dólar. Este año, la moneda estadounidense acumula un alza de 7,6% frente al yen pero, sin embargo, ha perdido en torno a 3% versus el euro y la libra esterlina. Para el corto plazo, los analistas técnicos pronostican que la moneda única seguirá operando dentro del mismo rango, entre 1,30 y 1,35 dólares, teniendo importantes resistencias en niveles de 1,3378 y 2,3412 y como soportes en 1,3309 y 1,3275. Al cierre del viernes el euro cotizaba en New York a 1,3330 dólares. (J.A.N.)

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