El viernes cerca de la medianoche el Congreso de los Estados Unidos aprobó el presupuesto del Gobierno, con un recorte de unos 38.500 millones de dólares en gastos, tras un largo debate que finalmente concluyó en un acuerdo que, seguramente, ayudará a distender los fuertes temores que predominaban en los mercados. De aquí en más la expectativa de que los diferenciales entre las tasas de interés se amplíen en favor de Europa debería impulsar al euro frente al dólar esta semana, aunque antes podría haber una toma de ganancias. Asimismo, la cifra de inflación de marzo, que se conocerá el viernes en los Estados Unidos, acaparará la atención en busca de pistas sobre el rumbo de la política monetaria. El yen podría debilitarse aún más, por la probabilidad de que el Banco de Japón mantenga la política monetaria de estímulo durante más tiempo debido al terremoto y el tsunami.
El Banco Central Europeo (BCE) subió el jueves pasado las tasas de interés en la eurozona un cuarto de punto, tal como lo había anunciado en marzo su presidente, Jean-Claude Trichet (foto). Así, el precio del dinero en la eurozona pasó de 1% a 1,25%, tras haberse mantenido en el nivel más bajo en la historia durante los últimos 23 meses. El BCE se convirtió en la primera de las principales entidades monetarias en aumentar el precio del dinero desde el inicio de la crisis financiera, decisión que ha sido criticada por prematura por algunos expertos. En declaraciones posteriores, Trichet indicó que el banco estaba preparado para nuevas alzas de ser necesarias, pero sostuvo que no se había decidido si el incremento efectuado era el primero de una serie. Ahora, los inversionistas se han mostrado cautos porque la crisis de deuda de la eurozona sigue vigente y ha obligado a Portugal a pedir un rescate a la Unión Europea, el que podría alcanzar los 80.000 millones de euros (114.000 millones de dólares). Al mismo tiempo, se aliviaron los temores a un posible contagio de los problemas de deuda a España, después de que Madrid vendiera cómodamente 4.100 millones de euros en un nuevo bono a tres años. Mientras tanto, el euro subía hasta cotizar 1,4480 dólares, su máximo de 15 meses, empujado por expectativas de nuevas subas de las tasas interés en la zona, por la demanda de fondos soberanos de Oriente Medio y la presión que sufría el dólar por la demora de un acuerdo sobre el presupuesto entre los legisladores republicanos y demócratas estadounidenses. El euro terminó cotizando a USD 1,4475. (J.A.N.)
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