lunes, 4 de abril de 2011

El euro subió 6% y ahora se espera una corrección

La agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s rebajó nuevamente un escalón la nota de Irlanda, hasta BBB+/A-2 con perspectiva “estable”, tras los resultados negativos de los test de estrés de la banca irlandesa. Esto impactó fuertemente en los mercados, donde también influyó la creación de 216.000 puestos de trabajo en marzo en EE.UU. y la imprevista caída del desempleo a 8,8%. Ahora el dato a seguir es si el BCE sube las tasas este jueves y si se restringe el programa de QE2 de la Fed a partir de los mejores datos de empleo.
Al cierre de marzo, el euro avanzó en el primer trimestre frente el dólar impulsado por expectativas de un alza de las tasas de interés en la eurozona, pero esas ganancias podrían estancarse en las próximas semanas debido a la persistente preocupación sobre la deuda de los países de la periferia europea. El viernes impactó la noticia de que la agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s había rebajado en un escalón la nota de solvencia de Irlanda, hasta BBB+/A-2 con perspectiva “estable”, tras los resultados negativos de los test de estrés de la banca irlandesa. También hizo lo propio la agencia Fitch, rebajando el rating de Portugal a BBB-, con perspectiva negativa y dejándolo al borde del grado de especulación o “bono basura”. Por otra parte, los datos del jueves pasado de una inflación más alta a lo esperado en la UE reforzaron las predicciones de que el BCE subirá sus tasas de interés esta semana. Analistas técnicos sugieren que el euro está en medio de una corrección hacia la baja frente al dólar, tras ganar 6% en 27 días desde el mínimo de 1,3428 dólares del 14 de febrero hasta el máximo de 1,4250 dólares de la semana anterior. Aquel valor es un nivel de resistencia y si eso se mantiene la moneda única podría apuntar a los 1,4283 dólares, el máximo logrado el 4 de noviembre. En el rango a la baja, analistas dicen que un fuerte rompimiento por debajo del nivel psicológico clave de 1,40 dólares señalaría un cambio en la tendencia del euro, con un soporte a la baja en 1,3850. El yen se vio presionado por la posibilidad de que la Fed suba sus tasas de interés antes que el Banco de Japón, porque una mejora en la economía estadounidense refuerza el argumento para ajustar la política monetaria y ello debería ampliar aún más los diferenciales entre el dólar y el yen. Estas expectativas podrían reavivar el interés en la moneda nipona, que se usaría de base para las operaciones de "carry trade", el endeudamiento en divisas de baja rentabilidad para invertir en activos de mayor renta. El euro cerró la semana a USD 1,4234. (J.A.N.)

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