Los mercados brasileños saludaron a la flamante presidente Dilma Rousseff (foto) con una decidida suba de 1% en la Bolsa de San Pablo y, más importante aún, una revaluación de 0,8% en la paridad del real frente al dólar norteamericano. El precio de la divisa quedó en 1,6480 y tendencia vendedora.
La sucesora de Inacio Lula Da Silva había prometido continuar y profundizar los formidables cambios que realizó el mandatario saliente, que se retira con un impresionante índice de popularidad de 87% tras haber creado 16 millones de puestos de trabajo y ubicar a Brasil entre los primeros países del mundo con un crecimiento de 8% y baja inflación.
Quienes esperaban una devaluación del real en el inicio del gobierno de la Rousseff se vieron defraudados. Es tal la confianza que generó Dilma que pese a los esfuerzos por frenar el ingreso de capitales, sigue la avalancha de dólares que ven en los activos emergentes de primera categoría un oasis para sus inversiones, en un mundo de abundante liquidez y tasas de interés casi nulas.
Dilma anunció recorte de gastos y nuevas privatizaciones para equilibrar las cuentas, declaró el combate a la pobreza y su principal causa, la inflación, y prometió que hará "más con menos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario