La creencia de que la Fed va a mantener una política mucho más flexible y relajada que el Banco Central Europeo, más preocupado por la inflación, es lo que ayudó al euro a ampliar su recuperación después de dos meses de castigo por la crisis de la deuda de los países periféricos de la eurozona. Sin embargo, los inversores en general se muestran cautos por el momento, porque una mejoría más fuerte en la economía estadounidense o un aumento de la inflación, así como la crisis en Egipto, podría favorecer al dólar. Sin embargo, en su contra también pesó la semana pasada la advertencia de Moody’s de que la falta de acción del Gobierno de los Estados Unidos sobre el déficit presupuestario aumenta la probabilidad de una perspectiva negativa sobre la máxima calificación de crédito del país.
Durante toda la semana pasada el euro demostró su fortaleza, al mantenerse cotizando muy cerca de los 1,37 dólares, sostenido por las declaraciones de funcionarios del BCE que expresaron su preocupación por las actuales presiones inflacionarias. Al respecto, desde el ente monetario se ha alertado de que no se puede ignorar el aumento de la inflación previsto para los bienes importados, lo que apoya las expectativas de un aumento de tasas de interés en la eurozona antes de lo previsto y muestra la diferencia de política con la Reserva Federal estadounidense. Además, el presidente francés, Nicolás Sarkozy (foto), salió en defensa de la moneda única en el Foro de Davos. “Los inversores que apuestan contra el euro se quemarán los dedos porque Francia y Alemania está completamente decididas a defender la moneda”. . Todo esto jugó a favor de la moneda única, aunque esa situación no ha sido acompañada por datos económicos que le den un más sólido fundamento.
En cambio, el dólar mostró debilidad durante casi las cinco jornadas pasadas y particularmente fue afectado por la decisión de la Fed, que el miércoles decidió mantener sus bajas tasas de interés y dio una tibia evaluación de la economía de los Estados Unidos, pero asegurando que el programa de compra de bonos va a continuar hasta junio. Para colmo, el jueves, el FMI informó que los EE.UU. necesitarán hacer un "significativo ajuste" a sus políticas fiscales si el gobierno pretende cumplir con la meta de reducir el déficit a la mitad para el 2013. Pero la verdad llegó el viernes, cuando se supo que la economía de la primera potencia del mundo cobró impulso en el cuarto trimestre de 2010, con el mejor avance en el gasto del consumidor en más de cuatro años y sólidas exportaciones que mostraron una recuperación sostenible está en marcha. Pero pese al avance del crecimiento de la economía, el progreso en reducir el desempleo ha sido lento.
Otro hecho significativo que ocurrió en la semana fue la decisión de S&P de rebajar la calificación de la deuda a largo plazo de Japón a "AA-", argumentando que el Gobierno carecía de un plan coherente para enfrentar su abultada deuda, poniendo en tela de juicio el estatus del yen como una moneda segura. Asimismo, las tensiones en Egipto plantearon temores sobre la estabilidad en Oriente Medio y Africa, reapareciendo la aversión al riesgo y la demanda por activos seguros, aumentando así el atractivo por el dólar y, especialmente, por el franco suizo. Al cierre del viernes en el mercado de New York la moneda única se negociaba a 1,3615 dólares. (J.A.N.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario