Europa decide un nuevo rescate para Grecia

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo el lunes pasado en Londres que la heterogeneidad de la zona del euro no era mayor que la de los Estados Unidos, en un momento en que algunos inversores temen que la eurozona pueda fracasar. "Tenemos que reconocer que algunos países de la zona del euro atraviesan retos significativos y que algunas experiencias durante la crisis en diferentes partes del área euro han sido diversas", dijo Trichet. Mientras, la moneda única caía ese día a un mínimo histórico frente al franco suizo, a 1,2002 unidades, por la búsqueda de inversiones seguras ante la incertidumbre sobre la situación de Grecia. Por eso el martes por la noche se reunían los ministros de Economía de los 17 socios del eurogrupo, luego que la agencia de calificación de riesgo Standard & Poors redujera la nota de solvencia de Grecia, de "B" a "CCC", al considerar que estaba más cerca de la cesación de pagos. La reunión fracasó y se decidió entonces que Alemania y Francia lograran previamente ponerse de acuerdo para una acción en común aceptada por todos. El euro se derrumbó fuertemente, marcando el jueves valores mínimos en la figura de 1,40 dólares, en una jornada de mucha volatilidad y con las primas de riesgo en máximos anuales en los países periféricos europeos. Pero la sangre no llegó al río y la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy (foto), lograron el viernes acordar una solución para Grecia basada en la "Iniciativa de Viena", que contempla la participación voluntaria de los inversores privados en el rescate. Así, al filo de la semana, se agregó la publicación de unos datos macroeconómicos estadounidenses mejor de lo esperado para reducir el pesimismo imperante y relajar un poco la aversión al riesgo. Finalmente, los ministros de Finanzas de la eurozona intentaban en la tarde de ayer domingo lograr un acuerdo sobre el desembolso del quinto tramo del programa de rescate financiero de Grecia, entre discrepancias acerca de si lograrían un acuerdo al final de la jornada y sobre su volumen. La reunión, que seguramente proseguiría por la noche en Luxemburgo, seguirá luego en la mañana del lunes para avanzar también sobre los detalles de un nuevo programa que absorba el actual, aunque este proceso será más lento y no se espera una decisión antes del 11 de julio. De cara al nuevo programa de rescate, el punto crucial es ver cómo se articula la participación voluntaria de bancos tenedores de bonos griegos, cuestión que se está tratando. Al cierre del viernes pasado, en el mercado de New York, la moneda única cotizaba a 1,4298 dólares. (J.A.N.)