domingo, 6 de mayo de 2012
El euro complicado por dudas e incertidumbre
Débiles datos económicos revivieron los temores a una desaceleración más profunda y extensa en la eurozona, lo cual aumentó las especulaciones sobre posibles señales políticas en la reunión del BCE del día siguiente. Sin embargo, no hubo rebaja de tasas, ni nueva ayuda para la banca, ni relajación en las siempre necesarias reformas estructurales y así la reunión mensual del ente monetario de la UE dejó pocas novedades palpables sobre la mesa. Pero en el discurso de su presidente, Mario Draghi (foto), sí se notó cierto cambio. No es que Draghi haya bajado la guardia ni haya parado de pedir disciplina fiscal y reformas a los países pero, al menos en esta oportunidad, parecería haber dejado abierta una ventana para un cambio de política en la próxima reunión de junio. Y el viernes, nuevamente, se vivió una jornada agitada, para coronar la semana. Después de la mala noticia de la víspera sobre la suba de los pedidos de subsidio por desempleo en los Estados Unidos, se conoció el dato sobre el empleo no agrícola, mostrando una caída de los puestos de trabajo mayor a la esperada, aunque la tasa de desempleo bajó a un 8,1%, pero esto se debió mayormente a que más personas abandonaron la fuerza laboral. Algunos analistas dijeron que dicho informe, luego de un dato más débil de lo esperado en el sector de servicios, alimentó las expectativas de una tercera ronda de alivio cuantitativo por parte de la Reserva Federal. (J.A.N.)
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