
Todo esto sin perjuicio de los operativos de inspección en las casas de cambio conjuntos del BCRA, la AFIP y la UIF, dando así continuidad a la acción que había comenzado a realizar el viernes de la semana anterior, con el objetivo de asegurar que se esté cumpliendo con las normativas cambiarias y sobre prevención de lavado de dinero.
En ese escenario, entonces, el MULC argentino tuvo una semana complicada, en la que predominaron las dudas, los temores y la incertidumbre. Por todo ello, y como se esperaba, nuevamente predominó la demanda y el BCRA tuvo que actuar para evitar una mayor devaluación del peso, vendiendo en las cinco jornadas unos USD 700 millones en el mercado de contado. También, como ya es habitual, lo hizo en el de futuros con tasas implícitas de 1,40% para noviembre y de hasta 7% hasta abril de 2012, pero no se hicieron muchas operaciones por la cercanía del fin de mes y porque muchos bancos están en el límite de sus posibilidades crediticias. Las entidades operaron entre sí, en los mercados electrónicos SIOPEL y MEC, un total de USD 2.212 millones, con un promedio diario de 492 millones, un 7% menos que en la semana anterior. El tipo de cambio mayorista quedó congelado en $ 4,2360. Las reservas del BCRA sumaban al cierre del viernes USD 47.582 millones, mostrando una pérdida de sólo USD 224 millones y en el mes se redujeron en USD 1.008 millones. La expectativa del mercado está centrada en el futuro de la política cambiaria. (J.A.N.)